Tras el incremento del índice delincuencial que se vive en Tehuacán, hay líneas transportistas que ahora se rehúsan entrar a esta región, pues cada vez hay más casos de robo de cargamentos, aseguró el empresario tehuacanero, Ángel Barroso Díaz.
Según el empresario, la zona de Tehuacán está ubicada en medio de la ruta conflictiva, denominado como “triángulo rojo”, en el tramo carretero que abarca de Texmelucan a Esperanza, identificada como una de las zonas más peligrosas para el autotransporte de mercancía pesada.
De acuerdo al empresario, Ángel Barroso Díaz, al menos tres de cada diez robos a transportes de carga pesada ocurren en este segmento, la cual se ve frecuentemente afectada por el robo de cargamentos que incluyen azúcar, arroz, frijol, licor, cemento y otros abarrotes.
Esta situación ha generado un clima de inseguridad que ha llevado a varias líneas transportistas de Tehuacán a rehusarse a transitar por esta región.
La mercancía robada generalmente termina en bodegas clandestinas o incluso en la Central de Abastos de Huixcolotla, lo cual crea una competencia desleal afectando gravemente a los comerciantes que operan legalmente.
Los delincuentes han perfeccionado sus tácticas, enfocándose en el hurto de mercancías fáciles de transportar, sin embargo, el robo de vehículos sigue latente aunque en menor medida debido a su mayor complejidad.
De acuerdo al empresario, el retorno de actividades como los asaltos y extorsiones se incrementó tras el fin de la comercialización del huachicol.
Y dichas actividades selectivas pueden generar ganancias que pueden alcanzar en un día entre 400 mil y 500 mil pesos por robo, las cuales son repartidas entre los involucrados.
La situación exige una respuesta contundente de las autoridades para garantizar la seguridad en este tramo carretero y proteger la economía local afectada por estos actos delictivos.