En un viaje que comenzó tres meses atrás, partiendo de Tapachula con la frontera a Guatemala, en busca de una nueva ilusión, la caravana de indocumentados denominada “Viacrucis Migrante 2024”, con un promedio de mil 200 migrantes, provenientes de países como Venezuela, Colombia, Haití, Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Honduras, arribó el jueves 16 de mayo alrededor de las 9:00 a.m. a la ciudad de Tehuacán.
Tras abandonar el estado vecino de Oaxaca el pasado lunes 13 de mayo, para el martes 14, ya había ingresado al estado de Puebla, por la comunidad de Calipan, en Coxcatlán y el miércoles 15 pernoctaron en Coculo, Ajalpan.
Fue a las 3:00 a.m., que las personas salieron del municipio vecino, para que en un recorrido de 6 horas a pie, lograran cruzar las primeras poblaciones pertenecientes a Tehuacán: la junta auxiliar de San Pablo Tepetzingo y San Diego Chalma.
Tras unos minutos de descanso en la junta subalterna de San Diego Chalma, culminó su recorrido en el polideportivo de la Huizachera, donde pasarán dos noches antes de continuar su recorrido a la Ciudad de México.
Por tal motivo, se prevé que en tres meses lleguen al norte del país, para lograr cruzar la frontera y obtener una mejor calidad de vida, esto si las condiciones climáticas lo permiten, pues cabe destacar que al entrar a la zona de Tehuacán, retrasaron su llegada debido a las altas temperaturas que llegaron a alcanzar los 37 grados centígrados.
Los motivos que impulsan a estos migrantes a dejar sus países de origen son principalmente la difícil situación económica y el alto nivel de delincuencia.
Y aunque cada historia es diferente, todos coinciden en la búsqueda de una mejor calidad de vida con el objetivo final de cruzar la frontera en busca del llamado “sueño americano“.
Entre los migrantes se observan personas de todas las edades, desde bebés y menores de edad, hasta adultos mayores, mujeres embarazadas e incluso, personas con discapacidad.
A pesar del cansancio, con una sonrisa los migrantes expresaron su agradecimiento por el recibimiento y la ayuda brindada por los ciudadanos de Oaxaca, Coxcatlán, Ajalpan y Tehuacán durante su travesía.
Sin embargo, también manifestaron temor hacia las autoridades migratorias, reportando persecuciones a lo largo de su recorrido e incluso la captura de algunos menores de edad.
Si bien, aunque hay migrantes que viajan con familias enteras, entre amigos o inclusive solos, hay quienes llevan consigo a sus mascotas, por lo que son un promedio de seis perros de diferentes razas y algunos mestizos los que acompañan la caravana.
Entre ellos, se destacan historias como la de Santiago González, de 24 años, originario de Honduras, quien viaja con su esposa y su hijo de 4 años, acompañados por su nueva mascota “Nena“, una perrita adoptada durante su paso por Oaxaca, la cual lleva un mes acompañándolos en el viaje.
También está el caso de Rolando Ortigoza, quien partió desde El Salvador hace tres meses junto a su fiel compañero de cinco años, un perrito Yorkshire que lo ha acompañado durante toda su travesía.
Tras el largo viaje, los migrantes pudieron descansar culminando su trayecto en la Huizachera, quienes continuaron recibiendo el apoyo de los tehuacaneros donando agua, ropa, comida y productos de aseo personal, como toallas sanitarias, cepillos de dientes, pasta, jabón y champú.