Pese a las recientes declaraciones del director general de Gobernación de Tehuacán, Ernesto Palacios Vélez, quien aseguró que la inseguridad en el municipio ha disminuido notablemente, y a las afirmaciones del exdirector de Seguridad Pública, Irvin Zivaja Cruz, sobre una supuesta reducción del 50% en los índices delictivos, los hechos recientes cuentan una historia diferente.
El pasado fin de semana, Tehuacán fue escenario de varios actos de violencia que evidencian que la delincuencia sigue siendo un problema crítico en la región.
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El sábado por la tarde, cuatro sujetos a bordo de dos motocicletas irrumpieron en la Escuela Normal Superior de Tehuacán. Los delincuentes amenazaron a los obreros que realizaban trabajos de construcción al interior de la institución y les arrebataron dinero en efectivo destinado al pago de la nómina amedrentándolos con disparos al aire.
Horas después, cerca de la entrada a la junta auxiliar de Santa María Coapan, se registró otro asalto, los ocupantes de una camioneta gris fueron interceptados por motociclistas, quienes los despojaron de su dinero utilizando la violencia.
En la madrugada del domingo, un grupo de jóvenes fue víctima de otro ataque. Los agresores les robaron sus pertenencias y golpearon brutalmente a un joven que intentó defender a su acompañante, ya que aparentemente los delincuentes intentaron privarla de su libertad.
La ola de crímenes continuó la noche del domingo, cuando un fotógrafo de Tehuacán fue víctima de robo. Sujetos desconocidos rompieron el cristal de su vehículo sobre la calzada Adolfo López Mateos y se llevaron una mochila que contenía equipo fotográfico valuado en miles de pesos.
En ninguno de los incidentes se reportó la presencia de elementos de seguridad cercanos. Esto generó fuertes críticas hacia las autoridades locales y su manejo de la seguridad pública.
La ciudadanía exige acciones concretas que respalden las afirmaciones de disminución de la delincuencia, ya que los hechos recientes reflejan una realidad