Este domingo 15 de septiembre en Florida, el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, fue nuevamente víctima de un aparente atentado, según informó el FBI. Afortunadamente, el exmandatario está “sano y salvo”, como confirmaron tanto su equipo de campaña como las fuerzas de seguridad.
El incidente ocurrió cerca del campo de golf de Trump en West Palm Beach, donde se encontraba jugando durante un día de descanso. El Servicio Secreto reportó que uno de sus agentes disparó contra un hombre armado que se encontraba en las cercanías. En el lugar, se hallaron un fusil AK-47 con mira telescópica, dos mochilas y una cámara GoPro.
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El sospechoso logró escapar en un automóvil negro, pero un testigo ayudó a identificar el vehículo, lo que permitió a las autoridades detener al conductor. El sheriff del condado de Palm Beach, Ric Bradshaw, confirmó que una persona está bajo custodia como posible sospechoso. Aunque no se ha confirmado si el atacante llegó a disparar en dirección a Trump, los agentes del Servicio Secreto se enfrentaron al individuo.
El FBI investiga el caso como un posible atentado, dado que Donald Trump ya había sido objeto de un ataque similar en julio, durante un mitin en Pensilvania. El presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris fueron informados del incidente y expresaron su alivio por la seguridad del exmandatario. Mientras tanto, las autoridades continúan investigando al detenido y las circunstancias del ataque.
