Acaxochitlán es el municipio que lamenta la detención de Ismael “El Mayo” Zambada, allí donde reina la unión en torno a los Zambada García, pobladores siguen mostrando indignación por la caída del último capo de la droga de la vieja escuela.
De origen nahua, gran parte de los pobladores revelaron su sentir ante la detención de “El Mayo”. Uno de ellos es la señora María Felipa, quien recuerda el apoyo de los Zambada.
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En una entrevista a El Universal, María Felipa contó que, tras enterarse de la detención de Ismael Zambada, recordó a Jesús Reynaldo Zambada García, alias “El Rey Zambada”.
Señaló que fue grande la huella que dejó cuando en los ranchos Los Alpes y Quinta Paloma se vivían tiempos de esplendor en manos de “El Rey Zambada”, quien se proclamó como benefactor de la comunidad.
“La verdad que para nosotros ‘El Rey’ era buena. Allí nunca se supo que hubo droga, ahí hubo trabajo y pagaba bien. Primero tenía ganado y luego puso puercos. Yo nunca escuché a los peones decir que les haya pedido hacer algo [ilegal], solo trabajo. Y todavía era a otra comunidad y vio que la gente es pobre y metió más ganado… Trataba bien a los trabajadores y les regalaba cosas, en el rancho de don Jesús, Jesús Zambada, sí ayudaba a la gente que trabajaba con ellos. Creo que ya no está el señor de aquí… sí supe que detuvieron al hermano, yo oigo las noticias” recordó en una parte de la entrevista.
Mencionó que “El Rey Zambada” se encargó de brindar fuentes de trabajo, en la crianza de ganado. Así como labores de vigilancia de la finca de más de 60 hectáreas.
”Yo lo conocí, tenía peones, hartos peones, le decían ‘El Rico’, por eso. Aquí estaba la porquera, tenía puercos, a veces nos regalaba en la Navidad o para alguna fiesta; También tenía unos pavos grandotes y venados. Mis hijos, hermano y suegro trabajaban para él, pagaba bien”, dijo María Felipa.
María Felipa recordó a los señores de la finca como personas elegantes y con belleza. Sin olvidar su amabilidad con los más desamparados.
Así mismo, la mujer que fungía labor como personal de servicio, recordó sus operaciones como supervisora de los trabajadores de la finca.
Sin embargo, no podía dejar de lado el crudo recuerdo de la incautación de elementos probatorios tras la detención de “El Rey” en 2008. Sobre el hecho señaló que la policía arribó a la finca destruyendo la propiedad.
No solo ella se benefició del trato de los Zambada, pues tanto su suegro como su hermano fueron trabajadores de ellos. Y recordó que incluso apoyaban a los que menos posibilidades tenían.
”Cuando lo detuvieron mi hermano ya no vivía, pero trabajó mucho tiempo con ellos. También mi suegro trabajaba con él, recortaba sus plantas porque por su edad ya no podía trabajar en otro lado, a veces lo iba a visitar y le daba dinero” dijo.
Sobre el día de la captura de “El Rey Zambada”, María Felipa dijo:
“Yo me sentí mal, porque ahí trabajaban mis hijos. Trabajaban con ellos y era bueno. Ahora dicen que está en el otro lado, Estados Unidos, no sé si ya salió, o sí ahí está todavía, unos dicen que ya no vive, unos dicen que sí… una vez lo pasaron por televisión, cuando lo vemos nos sentimos mal”
Pastoreando su ganado por la finca, Maria Felipa recuerda que las fiestas del patrón eran muy grandes y que él siempre los recibía con un gesto amable. Aún cuando le pedían trabajo y él no tenía, siempre los trató con respeto.
”La gente de aquí [Los Reyes] lo quería mucho, querían mucho al señor. Les digo que era muy buena gente. No sabía que así de malo era, nada. Le decían ‘El Rico’, yo lo medio conocí, mi compadre era el encargado y vine a pedir trabajo”, dijo Felipa.
Señaló, a manera de rumor, que “El Rey” pudo haber sido delatado a las autoridades por sus propios trabajadores.
”Vine dos veces a ver a mi compadre, él me dijo que ya estaban completos. Otra vez vine y me dijo lo mismo. Pero, no sé, eran los mismos trabajadores, que le hicieron trampas, quién sabe, no se sabe. Los peones llegaban unos de noche y unos de día, aquí era nada más de criadero, el señor se quedó en el otro rancho”, afirmó.
Al ser cuestionada sobre la detención de El Mayo, el hermano de Jesús Reynaldo Zambada García, Felipa señala no haberle conocido lo suficiente y recalca que su lealtad está con “El Rey”.
Aunque dice que, de vez en cuando, le veían pasear por la Quinta Paloma, donde caminaba junto a su tigre, o bien, su león.
“Aquí lo recuerdan muchos, lo tienen muy presente. Yo medio lo conocí, porque nomás lo encontraba yo por ahí con su tigre o león. Pero es que empezó a comer a los caballos”, dice con risas.
