Este martes se llevó a cabo el primer debate presidencial en Estados Unidos entre el republicano Donald Trump y su rival demócrata Kamala Harris donde el primero aseguró que los migrantes que llegan a ese país se comen a los perros y gatos de ciudadanos que viven en ciudades fronterizas.
🇺🇸 ¡Debate entre Donald Trump y Kamala Harris!
— Diario Cambio (@Diario_Cambio) September 11, 2024
Durante el debate, Donald Trump afirmó que los inmigrantes en Ohio secuestran y se comen a los perros y gatos: “En Springfield, están comiendo perros y gatos. ¡Se están comiendo a las mascotas de las personas que llegaron!”.
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Según el también expresidente, en Springfield hay personas comiendo las mascotas de quienes viven allí, por lo que calificó como una vergüenza lo que está pasando.
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“Muchas ciudades no quieren hablar de ello porque les da vergüenza. En Springfield se están comiendo a los perros la gente que vino, se están comiendo a los gatos, se están comiendo a las mascotas de la gente que vive allí y esto es lo que está pasando en nuestro país y es una vergüenza”.
Dicha información ya fue desmentida por autoridades, sin embargo, se regó como pólvora en redes sociales, donde incluso Elon Musk contribuyó a esparcir el rumor.
Ante las declaraciones de Donald Trump sobre que los migrantes comen perros y gatos, el presentador de ABC News, David Muir, salió a corregirlo. En su intervención señaló que las autoridades descartaron que haya informes sobre casos al respecto.
Al respecto, es importante mencionar que el debate comenzó con preguntas sobre la economía, pero rápidamente Donald Trump cambió el tema a los migrantes. De acuerdo con sus dichos, están “inundando” Estados Unidos.
Por su parte, Kamala Harris no podía más que negar con la cabeza las palabras de su contrincante en señal de desaprobación.
Asimismo, se refirió a la ciudadanía al señalar que escucharán un montón de mentiras, agravios y descalificaciones. Por ello, aseguró que Joe Biden, con quien ella figuró como vicepresidenta, tuvo que limpiar el desastre de Trump tras cuatro años en la Casa Blanca.