Preguntas básicas y de sentido común ¿Cuánto tarda un ama de casa en limpiar su hogar? ¿En qué tiempo un contador público puede ordenar la documentación de un año fiscal? ¿Cuántas personas apoyan a un arquitecto para ordenar planos y cálculos estructurales de un edificio?
Generoso lector haga una simple aproximación.
En esta perspectiva no es posible que el alcalde José Chedraui Budib pueda “limpiar” en un mes una ciudad que fue abandonada durante seis años.
Puebla capital lleva seis años de un grave rezago en materia de Seguridad Pública. Durante el trienio de Claudia Rivera Vivanco se esgrimió el pretexto de que “no quería trabajar con nadie del equipo de Genaro García Luna”.
Pero tampoco llamó asesores, ni expertos en la materia. Dejaron que Lourdes Rosales y el tenebroso, el turbio policía José Tlachi Meneses hicieran lo que quisieran.
Más adelante Eduardo Rivera Pérez dejó la seguridad en manos de Enrique Guevara Montiel, el verdadero ‘cerebro policiaco’ y quien operaba todas las acciones del rubro.
A inicios del trienio Rivera ordenó que se desmantelaran ‘las ventanas’, el sistema de cámaras de videovigilancia. Por alguna extraña y enigmática razón el político yunquista decidió que no era necesario sostener una red de cámaras para proteger a los poblanos.
Unos meses más tarde lanzó uno de los grandes desatinos de su desgobierno, el llamado helicóptero ‘Arcángel’; una aeronave rentada a un precio exorbitante y que solo sirvió para tomar unas cuantas fotografías, porque en nada ayudó a la seguridad de las familias de Puebla.
Fue tal el desvarío de Rivera que en unos meses tuvo que cancelar el contrato del helicóptero. Fue un descalabro policiaco y administrativo.
En Cúpula apuntamos que con un mes de renta se podrían comprar cinco drones de manufactura israelí o turca; aparatos que pueden sobrevolar las 24 horas, visión nocturna, identificación de placas e imperceptibles para la delincuencia. Para seguir al vehículo de unos asaltantes nada mejor que un dron de tecnología militar. Nunca se darán cuenta que son vigilados.
Luego de seis años de un desastre en materia de seguridad entra el gobierno de Chedraui Budib y obviamente en un mes no puede remediar todo el caos que se gestó en seis años de abandono municipal.
El reto para la administración municipal es titánico. Asear un tiradero de seis años. En ese tiempo bandas de narcomenudistas, asaltantes y ladrones de autopartes se empoderaron en las calles de la Angelópolis.
La estrategia de seguridad municipal debe abordar dos puntos fundamentales.
El primero estriba en el patrullaje, vigilancia de unidades policiacas en “cinturones urbanos”.
Por ejemplo, crear un perímetro de seguridad en torno a San Manuel sobre los bulevares Capitán Carlos Camacho, Municipio Libre y Circuito Juan Pablo II. Con tan solo tres patrullas se pueden proteger amplias zonas y en caso de un asalto “se cierra” el cinturón de seguridad.
La segunda parte de la estrategia requiere el apoyo de la Fiscalía General del Estado y la Policía Estatal para desmantelar las casas de narcomenudistas, los domicilios de delincuentes ya conocidos, los refugios habituales del hampa.
Se trata de golpear al crimen en sus madrigueras.
El Ayuntamiento de Chedraui apenas lleva un mes en funciones; recibió una ciudad en terribles condiciones.
Es claro que la estrategia de Fernando Rosales Solís apenas está arrancando. No puede lograr en cuatro semanas lo que no se hizo en seis años.
Un plazo razonable y lógico para hacer una evaluación serán los primeros 100 días
El presidente municipal está muy consciente de la grave problemática delictiva y sabrá tomar las medidas adecuadas.
Chedraui no cometerá el error histórico de Rivera Pérez de dejarse embarrar por la delincuencia.
Al tiempo lo veremos.
Como siempre quedo a sus órdenes.
cupula99@yahoo.com