Uno de los rasgos medulares del morenovallismo fue la complacencia que mostraba ante presidentes municipales con conductas delictivas o que tenían nexos con grupos criminales.
Al morenovallismo nunca le importó la seguridad de los poblanos. Los llamados “arcos de seguridad” solo fueron elefantes blancos facturados con enormes sobrecostos.
Ese fue el eje de aquel periodo, hacer obras no para atender a los ciudadanos, sino para facturar fuertes cantidades y generar deudas que permanecen hasta nuestros días.
En el caso concreto de la relación con los presidentes municipales la mecánica era muy sencilla. Los ediles eran “conminados, invitados” a sumarse al programa “Peso sobre peso”.
Si construir una clínica, un acceso carretero o remodelar un parque tenía un costo de 20 millones de pesos se ofrecía que el gobierno del estado aportaba la mitad y el Ayuntamiento otro tanto.
Por supuesto las constructoras eran designadas desde Casa Puebla. El que parte y reparte se queda con la mayor parte.
En cuanto el alcalde aceptaba firmar el programa “Peso sobre peso” de inmediato adquiría una inmunidad instantánea.
No importa que tuviera nexos con grupos criminales. Todo quedaba omitido y se ignoraba.
Así pudieron crecer políticamente sujetos como los hermanos Martínez Fuentes en Palmar de Bravo, los Valencia en Venustiano Carranza, los Celestino en Coyomeapan, Inés Saturnino en Tecamachalco, Nacho Salvador en Ajalpan, Pérez Maceda en Tlacotepec de Benito Juárez, por cierto hoy convertido en diputado local gracias al manto protector del PSI.
En su momento ninguno fue molestado. Mientras se “mocharan” con el gobierno morenovallista simplemente eran intocables.
Las consecuencias se vieron en una generación de alcaldes que cogobernaron con jefes huachicoleros y narcomenudistas y que provocaron una ola delictiva cuyas secuelas son visibles al día de hoy.
CAÑADA MORELOS: OTRO CORREDOR CRIMINAL
En horas recientes trascendió un enfrentamiento en la población de Cañada Morelos. Se trata de la zona de Esperanza, a pocos kilómetros de los límites con el estado de Veracruz.
De hecho es un corredor en el que se mueven bandas de asaltantes. Cañada Morelos, San Antonio Soledad y Esperanza son los puntos que habitan.
La presencia criminal en esa zona no es algo nuevo.
A fines de la década de los 80 era conocido “El Tobías” un asaltante en carreteras. Sus principales víctimas eran maquileros de Tehuacán que perdieron decenas de camiones cargados con prendas de vestir.
Las conversaciones ya eran conocidas: “Me acaban de robar un camión con 2 mil pantalones de mezclilla… si ya se sabe que fue el Tobías”.
Como en toda organización las familias juegan un papel medular. Se ignora si “El Tobías” vive o no, pero si está confirmado que sus sobrinos, primos y demás parientes continúan en actividades delictivas.
Durante el ‘boom’ del huachicol en los años del morenovallismo, la parentela de “El Tobías” ofrecía gasolina en todas las poblaciones de la zona.
Luego se dieron cuenta que ante el clima de impunidad sería fácil colocar rocas sobre las vías para descarrilar los trenes de carga. Descarrilar y robar ferrocarriles, un delito que no se veía desde tiempos de la Revolución Mexicana.
Grandes ironías; el morenovallismo que ofrecía la entrada a la modernidad fue incapaz de controlar los asaltos a trenes carga.
Cañada Morelos se convirtió en el epicentro de la venta de mercancía robada a los trenes. Ahí se ofrecían cajas de abarrotes, material eléctrico, cables, enchufes, refacciones automotrices. Era un verdadero tianguis a plena luz del día y sin problema alguno con las corporaciones policiacas.
En años recientes se detuvo la venta de huachicol y mercancía robada que abiertamente ofrecían a la vista del público, pero aún siguen operando grupos criminales.
A fines de 2023 fue detenido en el estado de Hidalgo José Luis N. alias “El Malverde” considerado uno de los capos más peligrosos de esa región. Sin embargo fuentes confiables señalan que su célula sigue operando.
Ayer domingo 25 de agosto se desató una fuerte balacera en Cañada Morelos entre oficiales de la Guardia Nacional y un grupo delictivo.
Es el recordatorio de que se siguen moviendo células criminales en toda esa zona.
Como siempre quedo a sus órdenes.