Comerciantes locales de misceláneas y restaurantes en Tehuacán han denunciado una serie de extorsiones por parte de individuos que se hacen pasar por personal de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO).
Las denuncias detallan que estas personas exigen pagos que oscilan entre los 10 mil y 20 mil pesos, bajo la amenaza de cerrar los establecimientos.
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En respuesta a estas denuncias, la oficina central de la PROFECO en la Ciudad de México ordenó el cierre temporal de la delegación en Tehuacán. Esta medida busca frenar las extorsiones y proteger a los ciudadanos, además de que la renovación del convenio entre el gobierno municipal y la PROFECO aún no ha sido aprobada.
A pesar del cierre, la situación ha dejado un promedio de 80 audiencias pendientes, además de juicios programados para marzo de 2025, sin una fecha definida para la reapertura. Los procesos deberán trasladarse hasta la ciudad de Oaxaca, lo que implica una carga adicional para los afectados.
El cierre temporal podría generar implicaciones significativas para la comunidad, especialmente en un periodo de alta actividad comercial. La presencia de la PROFECO es esencial para atender quejas, mediar en disputas y proteger los derechos de los consumidores.
Sin un punto de atención local, el riesgo de abusos por parte de algunos establecimientos podría aumentar y la defensa de los consumidores se vería obstaculizada.
Asimismo, la medida podría sobrecargar los canales de atención en línea y en otras ciudades, provocando demoras en la resolución de casos y afectando la confianza de los consumidores en la capacidad de la PROFECO para actuar oportunamente.
Mientras se espera una solución y la reapertura de la oficina, tanto comerciantes como consumidores enfrentan un periodo de incertidumbre que podría complicar la temporada de compras y las operaciones comerciales en la región.