Este fin de semana, fue sepultado el joven portero Alejandro Pérez; a quien despidieron decenas de personas que recorrieron calles de la junta auxiliar de San Jerónimo Caleras, de donde era originario y en donde le quitaron la vida a balazos durante un intento de robo para despojarlo de su vehículo.
En el panteón de San Jerónimo Caleras, descansan los restos de Alejandro Pérez, el portero de 21 años que fue asesinado a disparos el pasado 28 de noviembre, por sujetos que intentaron robarle su vehículo.
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Durante todo el fin de semana, la hermana de Alejandro estuvo compartiendo información en torno a la velación y sepultura de su hermano; fue de esta manera que varios de sus amigos y seres queridos se enteraron que, el domingo 1 de diciembre, estaría siendo sepultado en el panteón de la junta auxiliar de donde era originario.
A partir de las 12:00 horas, se estuvieron realizando todo tipo de actividades para despedir ‘al número 28’ como también era conocido Alejandro y en medio de decenas de personas, le dieron el último adiós, recorriendo algunas de las calles de San Jerónimo Caleras; durante todo el trayecto, fueron cantándole diversas canciones que acompañaron el cortejo fúnebre.
Al entierro del joven, se dieron cita varias personas, quienes acudieron a despedirse del portero y entre flores, lágrimas y su retrato, fue como le dieron el último adiós, exclamándole que volara alto y que continuara ‘rompiéndola’ en el cielo, como lo hizo durante su estancia en la tierra.
‘’El cielo siempre fue tuyo, por eso lo tocabas seguido, Ale, te quiero mi chinito, te voy a extrañar (…) un abrazo hasta el cielo’’, le escribieron en su perfil de Facebook.
Deudos colocaron un moño por su muerte
El portón de color café que daba a la entrada del domicilio de Alejandro, ahora se encuentra con un moño de color blanco, así lo mostró uno de sus mejores amigos en fotografías que compartió en sus redes sociales, acompañadas de más mensajes de despedida.
Familiares y amigos piden justicia
Al mismo tiempo que le dedicaban mensajes de despedida, los dolientes exigieron justicia por su fallecimiento, prometiéndole a Alejandro que su muerte no quedaría impune y que los responsables (presuntamente cuatro hombres) pagarían conforme a la Ley las consecuencias de haberle quitado la vida a ‘el número 28’.
