El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa recriminó a los diputados locales, a los que ha casado y ha bautizado a sus hijos, su voto a favor de la despenalización del aborto, por lo que, aunque evitó nombrarlos, les exigió rechazar la iniciativa a fin de no “mancharse las manos de sangre”.
Durante su misa dominical, Sánchez Espinosa manifestó rechazo total a la iniciativa de despenalizar el aborto en Puebla, misma que se discutirá este lunes 15 de julio en el Congreso del Estado.
En su mensaje, el arzobispo argumentó que de aprobarse esta iniciativa se fomentará la “cultura de la muerte” en todo el estado, lo que sumará al crecimiento del “espiral de inseguridad” en Puebla.
Señaló que los abortos atentan contra vidas “plenamente” humanas, lo que va en contra de todos los principios de la iglesia católica, por lo que sentenció que la iniciativa debería ser rechazada.
Asimismo, expresó que el aborto además de representar la muerte de bebés, además también tiene repercusiones negativas para las mujeres que deciden interrumpir su embarazo, por lo que este procedimiento médico no es seguro y en consecuencia no debería ser legal en Puebla.
Posteriormente, Sánchez Espinosa se lanzó contra los diputados locales a quienes recriminó el no defender la vida y la familia a pesar de que él ofició sus bodas y los bautizos de sus hijos.
Aunque evitó nombrarlos, exigió a estos legisladores votar en contra de la iniciativa de despenalizar el aborto y no “mancharse las manos de sangre” alegando que el aborto es equiparable a un homicidio.
“Mi postura es el mensaje de la iglesia de enérgico rechazo debido a que esta práctica elimina en cada caso una vida plenamente humana (…), que repitan hoy el ‘sí a la vida’ que nuestras madres pronunciaron para que nosotros viniéramos al mundo, yo he bautizado muchos hijos de diputados, he casado a varios de ellos, pues, ahora, quiero ver que están a favor de la vida y a favor de la familia”.
