En los próximos días se hará oficial el acuerdo en el que se establecerá que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje en Puebla operará como una oficina auxiliar en la que se desahogarán los asuntos que ya están en curso, mientras que una parte de los expedientes será transferida a Oaxaca y Tlaxcala.
Así lo informó Javier Aquino Limón, secretario de Gobernación de Puebla, quien destacó que este acuerdo busca despresurizar la operación y resolver el rezago de más de 10 mil expedientes laborales en la entidad.
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En entrevista, Aquino Limón explicó que aproximadamente el 20 por ciento de los casos que actualmente se tramitan en Puebla serán procesados en Oaxaca, aunque este traslado no requerirá la presencia física de los litigantes o las partes afectadas.
“Será una especie de maquila de procesos legales”, refiriéndose a un sistema en el que los expedientes se manejarán a distancia, optimizando los tiempos y recursos.
Este acuerdo surge tras meses de incertidumbre y malestar por el cierre de la Junta en Puebla, que fue ordenado por la Secretaría del Trabajo federal. Esta decisión provocó protestas por parte de abogados laboristas, quienes se establecieron en un plantón frente a las oficinas de la Junta para exigir una solución.
Con la implementación de este nuevo esquema de distribución de funciones, se espera que dicho plantón, que lleva tres meses en pie, sea levantado.
El esquema acordado contempla una distribución estratégica de las funciones de la JFCA entre los estados de Puebla, Oaxaca y Tlaxcala.
De acuerdo con Aquino Limón, Oaxaca se encargará de maquilar expedientes que no requieran la intervención activa de las partes involucradas, mientras que la oficina en Puebla continuará tramitando los casos ya iniciados y Tlaxcala será la sede para la recepción de nuevos expedientes y la realización del resto de las funciones.
“El tema es despresurizar la operación, Oaxaca maquila asuntos, Puebla sigue tramitando los que ya están en desarrollo, y Tlaxcala podría empezar a captar los nuevos que comiencen a llegar”.