La querida conductora Verónica Toussaint dejó un vacío que todavía no ha podido llenarse tras su partida, el pasado mes de mayo, tras una dura batalla contra el cáncer.
Ahora, con la despedida del programa “¡Qué Chulada!”, el cual conducía, se viralizó el video que –posiblemente- fue el último que grabó antes de fallecer.
La EMOTIVA DESPEDIDA de #VerónicaToussaint de sus CHULADAS y #QuéChulada#QuéChulada💞: https://t.co/rbdqEEWorg pic.twitter.com/R0LZGe0C9X
— Imagen Televisión (@ImagenTVMex) July 12, 2024
El último episodio mostró un mensaje pregrabado de Verónica Toussaint, quien dejó esas palabras pocos días antes de su fallecimiento.
Sus palabras resonaron entre sus compañeros, ya que en su mensaje, Verónica expresó su gratitud hacia todos los que hicieron posible el programa, que duró cuatro años en emisión.
“Chuladas de mi corazón, nunca pensé que llegaría este día en donde tendría que despedirme de ustedes. Agradecer desde toda la gente que hizo posible Chulada, desde un inicio hasta el día de hoy”.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando se refirió a cada uno de sus compañeros, entre ellos, Mariana H, su amiga más cercana.
Verónica Toussaint también agradeció a todas las personas que trabajaron en el programa, el cual fue el primero para ella en vivo.
“Gracias por sus comentarios, cómo me hicieron crecer, por cómo me acompañaron, cómo me dieron amor incondicional y me lo siguen dando en redes. Gracias, gracias, gracias, por acompañarnos a cerrar este ciclo de ¡Qué Chulada!”.
Últimos días de Verónica Toussaint fueron dolorosos
Tras el fallecimiento de Verónica Toussaint, Ana María Alvarado, una amiga cercana de la conductora, reveló detalles sobre sus últimos días.
Y es que esta fue la tercera vez que la ahora fallecida se enfrentó al cáncer; logró superar la enfermedad en dos ocasiones, pero fue diagnosticada en una tercera.
Esta vez, el cáncer se manifestó con ronchas en el pecho de colores rojas, café, moradas y hasta negras.
El médico señaló que esta vez la enfermedad era más agresiva, pero después de 200 radiaciones en tres años, Verónica decidió no tratarse, pues su cuerpo ya estaba cansado y adolorido.
Por ello, pasó sus últimos días con grandes dolores, pero de manera más tranquila.