Durante el 2025 la industria textil poblana registró una caída del 11 por ciento en la producción, informó Carlos Meza Ibarrola, vicepresidente del sector Textil y Lavanderías Industriales; añadió que este ramo aún sigue enfrentando secuelas derivadas de la pandemia de Covid-19, sumadas a la presencia creciente de mercancías provenientes de mercados extranjeros, principalmente de Asia, que llevan años presionando la competitividad del segmento textil-confección a nivel local y nacional.
Meza Ibarrola señaló que, pese a que estas circunstancias han provocado una afectación, el sector ha emprendido una serie de acciones dirigidas a impulsar la recuperación y reposicionamiento de la industria textil mexicana, con el objetivo de devolverle la fortaleza que tuvo en décadas pasadas.
Una de las medidas más relevantes, explicó, fue el incremento temporal de aranceles para productos confeccionados y textiles, medida decretada en diciembre de 2024 y publicada en el Diario Oficial de la Federación.
Dichos aranceles se mantendrán vigentes hasta abril de 2026 y buscan proteger a los productores nacionales frente al ingreso de mercancía a precios muy por debajo del valor real.
“Estas acciones tienen la finalidad de equilibrar la competencia dentro de nuestro mercado, porque como muchos otros sectores, el textil ha sido golpeado por prácticas que distorsionan los costos y dificultan la permanencia de las empresas nacionales” destacó.
Añadió que también se han aplicado restricciones a productos del programa IMMEX, con el propósito de evitar desvíos y prácticas que afecten directamente a la industria local.
Además de las medidas arancelarias, Meza Ibarrola subrayó que el sector ha trabajado en reforzar la relación con industrias que requieren uniformes y textiles especializados, así como en la actualización de normas de calidad.
Estas normas, señaló, permitirán perfeccionar procesos, elevar estándares y ofrecer un servicio más competitivo en áreas como lavandería industrial, confección técnica y producción especializada.
“Necesitamos innovar constantemente para mantenernos vigentes. La industria textil mexicana tiene un enorme potencial, pero requiere ajustes continuos, capacitación y una vigilancia estricta de la calidad para responder a las necesidades de los mercados actuales” concluyó.
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