Joaquín Guzmán López, hijo del famoso capo mexicano, Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, se declaró culpable este lunes por el cargo de tráfico de drogas en Estados Unidos, igualmente reconoció que fue partícipe del secuestro de Ismael “El Mayo” Zambada.
Los cargos por los que Guzmán López se declaró culpable fueron tráfico de drogas y por continuar con una organización criminal en una Corte de Distrito para el Norte de Illinois en Chicago.
Igualmente admitió que participó en el secuestro de Ismael Zambada, así como la víctima mencionó en su momento.
Sin mencionar su nombre, Joaquín reconoció que llevó con engaños a una persona a un sitio en Sinaloa y que fue esposado y subido a una camioneta para, posteriormente ser trasladado en una camioneta a un aeropuerto en El Paso, Texas.
De acuerdo con la Fiscalía, ellos no le solicitaron entregar a Zambada, sino que fue una acción realizada con la esperanza de mejorar su situación ante la justicia estadounidense, incluso la fiscalía aclaró que no le daría ningún beneficio.
Joaquín Guzmán revela que “secuestró” al Mayo Zambada
En julio de 2024, Guzmán López y Zambada fueron detenidos luego de aterrizar en Estados Unidos en un avión privado, Zambada mencionó que Joaquín lo llevó con engaños para entregarlo.
Los dos se habían declarado inocentes de cargos como: tráfico de drogas, lavado de dinero y tenencia ilícita de armas.
Joaquín Guzmán López reconoció ayudar a la supervisión y contrabando de grandes cantidades de cocaína, heroína, metanfetamina, marihuana y fentanilo hacia Estados Unidos, sustancias que han agravado la situación de muertes por sobredosis cada año.
Los expertos jurídicos calificaron el acuerdo con la fiscalía como un paso significativo para el gobierno de Estados Unidos en su investigación y enjuiciamiento de los líderes del cártel de Sinaloa.
Como parte del acuerdo de cooperación, podría recibir un mínimo de 10 años de prisión y un máximo de cadena perpetua.
La fiscalía mencionó que su Guzmán mantiene su cooperación, podría obtener una pena de 10 años por cada cargo, pero al cumplir la sentencia de forma concurrente, en 10 años podría estar libre.
Jeffrey Lichtman, el abogado de Joaquín reconoció la labor de las autoridades mexicanas y estadounidenses,
“El gobierno ha sido muy justo con Joaquín hasta ahora”, declaró.
“Agradezco que el gobierno mexicano no haya interferido“.
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