La investigación del feminicidio de Cecilia Monzón Pérez sufrió un revés inesperado. Marisol Montes Baro, abogada penalista y amiga íntima de la víctima desde 2014, rompió el silencio para denunciar presiones directas por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE) con el fin de incriminar a Javier López Zavala. En un testimonio que contradice la versión oficial, la litigante aseguró categóricamente que el político priista no es el autor intelectual del crimen:
“Por supuesto que no fue él”, sentenció.
Montes Baro, quien fue citada como testigo clave en el proceso judicial, reveló en entrevista con La Jornada de Oriente que el Ministerio Público intentó coaccionarla el pasado 4 de julio del 2024 en la Casa de Justicia de Puebla. Según su relato, el agente Tonatiúh Gutiérrez Sánchez le dio una instrucción precisa antes de rendir su declaración: debía atacar al ex secretario de Gobernación para perjudicarlo legalmente.
“Le pregunté cuánto tardaría mi testimonio. Me dijo: ‘le tienes que tirar al licenciado Zavala’… Me dijo que mis declaraciones debían perjudicarlo. Yo le contesté que no iba a decir mentiras”.
Afirmó la abogada, quien aseguró tener pruebas de los mensajes donde buscó reagendar su comparecencia ante la negativa de la autoridad.
La penalista, reconocida por llevar casos de alto impacto como el de Paulina Camargo, desmintió la narrativa de violencia familiar que sostiene la acusación. Aseguró que durante los años de amistad cercana con Cecilia, “nunca hubo violencia de parte del licenciado Zavala” y que él cumplía con sus obligaciones económicas, cubriendo renta, colegiatura y despensa para su hijo, aunque a veces con retrasos menores.
Incluso, Montes Baro puso en duda la cohabitación de la pareja, afirmando que “nunca vivieron juntos”, contrariando los testimonios integrados en la carpeta de investigación. Relató que Cecilia Monzón residió en varios domicilios y que, al momento de su asesinato, vivía con una nueva pareja sentimental, un abogado a quien la activista se refería en privado como “el malo de malolandia”.
La litigante fue más allá al señalar que la verdadera amenaza para Cecilia provenía de otros frentes políticos y no de su expareja. “Ella me decía que la habían amenazado varios políticos de Cholula… pero nunca mencionó a Javier”, aseguró, sugiriendo que la línea de investigación actual es errónea y protege a los verdaderos culpables.
“El verdadero asesino está afuera, riéndose de lo que está pasando. Sería muy tonto que alguien con su vida pública hiciera algo así. Él no fue”, sostuvo con firmeza.
Montes Baro también criticó el manejo mediático y familiar del caso, calificándolo de “circo”. Señaló que la relación de Cecilia con su hermana Helena Monzón, quien ha encabezado la exigencia de justicia, era distante y conflictiva en vida, y que el círculo cercano de amistades coincide en la inocencia de López Zavala.
Finalmente, la abogada reconoció tener temor por hacer públicas estas declaraciones, pero enfatizó que su deber es con la verdad y la justicia real para su amiga.
“No voy a permitir que digan que me negué (a declarar)… No busco defender a nadie; busco que no se culpe a un inocente”, concluyó.
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