Antorcha


Juan Manuel Celis Aguirre*


LAS REALIDADES DE “MEX MODE” EN ATLIXCO


La democracia y la prudencia política indicarían que cuando un líder, cuando un dirigente, cuando un representante sindical deja de tener credibilidad, de representar -en los hechos- los intereses de la gente (aunque por “ley” pueda permanecer 20 ó 100 años más en el cargo), debería ceder la representación que en algún momento, por voluntad general se le concedió. Deberíamos hacer conciencia de que se es líder mientras la mayoría cree en nosotros y nosotros, por nuestra parte, creemos en la posibilidad real de poder servir a la causa del grupo u organización de que se trate, para fortalecerla y/o acrecentarla; de lo contrario, se está trabajando y jugando en contra de su propio proyecto, de los intereses que en un momento dijo representar.

 

Pero nuestra democracia, en la realidad, no funciona así. Una vez que algún representante (sindical, de alguna asociación civil, de equipo, de elección popular, etc.) llega al poder, lo primero que quiere es sacar provecho a su favor, quiere resultar absolutamente beneficiado, incrementar (a niveles estratosféricos) su dote personal y sacar el máximo de provecho de su status y hay de aquel que se interponga en su camino, pero, por si fuera poco, cualquier “cochupo”, tranza,  negociación, maniobra inteligente es pequeña para lograr su propósito.

 

Esto viene a cuento por lo que está sucediendo en Mex Mode (antes Kuk Dong), maquiladora instalada en Atlixco desde finales de la década pasada, la cual superó un fuerte conflicto, que alcanzó dimensiones internacionales en el año 2001. El 9 de enero de ese mismo año, 800 empleados realizaron un paro para protestar por el despido ilegal de 5 trabajadores y la renuncia forzada de otros 20, que se habían quejado por los bajos salarios (menos de 300 pesos por una semana de 50 horas), comida en mal estado en la cafetería y la negativa del sindicato de entregarles copia del contrato colectivo. Los huelguistas demandaron que la empresa reincorporara a los trabajadores despedidos y el respeto a su derecho a organizar un sindicato independiente. Tras varios enfrentamientos, Kuk Dong perdió la batalla y se otorgó la “toma de nota” al nuevo sindicato.

 

Actualmente, después de 8 años, esa empresa atraviesa por un segundo conflicto, debido al liderazgo degenerado y chaquetero de Josefina Hernández Ponce y su camarilla, quienes no sirven a los intereses de sus representados, de los trabajadores, sino a los de la empresa; para muestra un botón: un trabajador de Mex Mode gana en promedio 60.22 pesos y el que más gana percibe apenas 130 pesos cada día y trabaja 50 hrs. a la semana, de 10 a 12 hrs. diarias (esto fue típico en los  inicios  de la Revolución Industrial en Inglaterra y sirvió de base en el estudio e investigación del Capital de Marx, que lo hizo imperecedero para todos los tiempos y naciones), no hay pago de horas extras, sus prestaciones son casi nulas y las condiciones del comedor son peores que las relatadas por la reportera Liliana Tepannécatl (Periódico  Intolerancia) en el conflicto del 2001

 

Así, vuelven los problemas laborales a Mex Mode, y en esta ocasión los causantes, a decir de Rubén Jiménez, son quienes pretenden destituir a la secretaria general del sindicato de esta empresa (SITEMEX). Rubén Jiménez es el secretario del Trabajo de Sitemex (y amasio de Josefina Hernández) y acusa a Antorcha Campesina de pretender desestabilizar la organización sindical, por la única razón de que la organización de los pobres de México defiende a los trabajadores. Sr. Rubén, el deber de defender a los trabajadores es de su amasia y de usted. ¿Y qué es lo que han hecho durante 6 años, aparte de enriquecerse y de servir de mecanismo mordaza y sometimiento de los obreros por parte de la empresa? ¿No cree usted que está tranzando los derechos de los trabajadores de la empresa y abandonando su obligación de defender a sus representados? ¿O será que usted  y su Comité Ejecutivo hace mucho que dejaron de defender a los trabajadores y se pasaron con armas y bagajes a la defensa de sus propios intereses y los de la empresa? Si no ¿Cómo se explica que haya obreros, en pleno siglo XXI que tenga las mismas condiciones infrahumanas de producir que los obreros del siglo XIX (es decir, de hace 200 años)?

 

¿No cree usted y doña Josefina que es mucho cinismo y desvergüenza política y moral, pretender seguir al frente de la “defensa de los derechos” de los trabajadores, cuando no sólo no hacen nada por ellos sino que entran en contubernio con la empresa para mal pagar y exprimirles hasta la última gota de fuerza, sin hacer nada para poner coto al ansia desmedida de los patronos por explotar al obrero? Es verdad que la empresa da trabajo, pero también es cierto se le exentan impuestos, se les dota de terreno (es de todos conocido que el ayuntamiento les regaló el área para que se instalaran) y de servicios casi gratuitos, y todavía se les brinda un Comité Ejecutivo que les sirve como un “pastor alemán”, que controla y trabaja en contra de los intereses de los obreros. Y, además de todo lo anterior, las ganancias que se le quedan a los dueños de la fábrica son tan grandes y extraordinarias que compensan por mucho la benevolencia de “darles trabajo” a los obreros.

 

Nuestros líderes sindicales de Mex Mode son prototipo del sindicalismo charro mexicano, pro empresarial y corrupto, y si bien es cierto los obreros aguantaron  mucho tiempo, también es cierto que entre ellos hay decisión y están exponiendo sus vidas, su trabajo y su integridad física con tal de lograr un poco de fidelidad de sus líderes, un poco de democracia y de estar más dignamente representados. Doña Josefina, durante 6 años, ya demostró de qué madera esta hecha y debe, por salud, por estabilidad de la empresa y para beneficio de sus representados, someterse al veredicto de las mayorías. Y si la rechazan, como es seguro, debe no sólo abandonar el cargo y llevarse a don Rubén sino salir de la fábrica, ya que seguramente la empresa pagará con creces estos 6 años de control y sometimiento de los mal pagados y maltratados obreros de Mex Mode.

 

Los obreros pidieron el apoyo de Antorcha para hacer que se respeten sus estatutos, sus derechos sindicales y la Ley Federal del Trabajo, porque creen -y no se equivocan- que los defenderemos en contra de quien sea y al precio que sea. Es falso que queramos desestabilizar a la empresa, ésta ya la desestabilizaron Josefina y Rubén; queremos exactamente lo contrario, la estabilidad empresarial, respeto a los derechos sindicales de los trabajadores y mejoras económicas para mil familias atlixquenses. En eso hemos empeñado nuestro quehacer, nuestra palabra.

 

* Dirigente estatal del Movimiento Antorchista




 
 

 

 
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