El cajón del desastre


Fritz Glockner

24/11/2010

PRIMERA LLAMADA PARA DEFENDER LA CULTURA


A pesar de que faltan un poco más de dos meses para que la nueva administración estatal arribe a la palestra del poder político poblano, aún y cuando ya se ha comenzado a sentir el nuevo poder, más aún existiendo un largo periodo de coexistencia entre gobernador saliente y electo, y para acabarla de sonar, el nuevo proviene de un grupo político diferente al actual, y no tanto digamos de un partido opositor, porque a pesar de que se ha destacado que concluyó el predominio priísta en nuestro estado, también es cierto que el corazoncito de Moreno Valle sigue latiendo desde el tricolor.


El chiste es que las elucubraciones han comenzado sobre quiénes serán los nuevos colaboradores cercanos al gobernador electo, y esto es obvio, tomando en cuenta que dentro de un par de semanas la atención de la sociedad quedará depositada en la clásica campaña de solicitar limosnas empresariales a partir del llamado TELETÓN, y luego da inicio el festejo de la Guadalupana, y de ahí pal real, todo será fiesta, chupe, regalos, comidas, compromisos sociales, despedidas, lloriqueos, comienzo para hacer maletas y demás menjunjes de los clásicos tiempos decembrinos.


Lo que realmente alarma, es la idea del retroceso en cultura, al parecer existe la propuesta de que desaparezca la Secretaría de Cultura y se incorpore como una dirección a la Secretaría de Educación Pública, ¿cómo puede pensarse en semejante idea? ¿Acaso no necesita Puebla mucha atención cultural, luego de un sexenio tan desastroso en ese tema? ¿Será falta de sensibilidad política? ¿Intenciones absurdas de ahorro? ¿Falta de conocimiento sobre el tema?


Puebla había venido presumiendo que fue el primer estado en la República Mexicana en haber elevado la cultura al rango de SECRETARÍA, incluso mucho antes de que se fundara el actual CONACULTA federal, mejor aún por aquellos años se distinguió a nuestra ciudad como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO, y ahora resulta que el cambio tan anhelado, tan deseado, tan soñado, tan chaqueteramente ilusionado viene a borrar de un plumazo la tradición cultural de nuestro estado.


Es sabido que la educación sentimental ofrece mayor capacidad en la construcción del ser humano, incluso por encima de la llamada educación formal, la asistencia que un niño, adolescente, joven, o ya madurito al cine, al teatro, a conciertos, exposiciones, presentaciones de libros, conferencias, espectáculos de danza, museos, bibliotecas, salas de lectura, y un innumerable etcétera, donde por igual conviven las tradiciones gastronómicas, las exposiciones de artesanías, las expresiones culturales, las festividades de los barrios y los pueblos, los usos y costumbres, es lo que le permite construir la llamada educación sentimental, que formará su carácter, que le permitirá el despertar de una sensibilidad que sólo se adquiere a través de la cultura, entendida esta como un ente genérico, y no sólo la mal llamada cultura con mayúsculas.


Contaba con la referencia de que el gobernador electo era una persona leída e instruida, que sabía apreciar el arte en su magnitud, con su importancia, y ahora parece que en un afán por ahorrar unas monedas, o por otorgar mayor poder y control a cierto sector con el cual existen compromisos políticos, o simplemente era falsa aquella apreciación, o no sé por qué, pero aquella afirmación que corre por los portales de Puebla y en algunas columnas periodísticas con las intenciones de desaparecer la Secretaría de Cultura dentro del escenario gubernamental, así como dentro de las prioridades del actual gobierno, y peor aún, cuando lo que predomina es el juego a la guerrita a nivel federal, sin opciones para los sectores sociales, me parece verdaderamente inusitado, absurdo, con poca visión, y sobre todo habla mucho de quienes próximamente dominaran el espectro político de nuestro estado.

 

Mantengo la esperanza de que aquella versión, sólo sea eso, y que realmente el gobernador electo tenga interés en la cultura, que no desaparezca la institución que debería estar al pendiente de la educación sentimental de los poblanos, así como también desearía que la sensibilidad de los diputados electos no llevara al traste con lo que se ha logrado construir durante muchas décadas en este terreno, a pesar de que han circulado algunos secretarios de cultura cuya memoria no es de los más apreciable, pero a final de cuentas estamos hablando de una institución, y no de las personas, y sobre el tema de cultura Puebla había sido un ejemplo, un avance, y ahora seríamos verdaderamente el gran retroceso, ¿acaso para eso deseábamos el cambio?

 



 
 

 

 
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