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 El  cajón del desastre 
 Fritz  Glockner 13/07/2009 Otros Vientos 
 El cajón del desastre anda como  cada año por la famosa Semana Negra de Gijón, España, aquel encuentro de  literatura que convoca a más de un centenar de escritores de todo el mundo y de  todos los géneros literarios, aún y cuando comenzó como un evento exclusivo de  lo policiaco, que luego se convirtió en lo más genérico como negro, hoy día  convoca a quienes han incursionado en la Ciencia Ficción, en la  narrativa histórica, en la poesía con la lectura que se lleva a cabo a la una  de la mañana entre sonidos extravagantes de discotecas, el fotoperiodismo,  la  historieta y muchas expresiones más. Por  acá la vida transcurre todavía con el pánico de la crisis económica que desde  hace un año azota a España, aún que ya con menos histeria, como siempre la  realidad parece convertirse en fantasía, para luego reinventarse y volver a  esta, tal vez con mayor carga de desilusión, pero sin duda sería la que se ha  toca vivir como diría la abuelita.
 Ahora  más que un cajón son varias las maletas con un caos único, entre los recuerdos  cotidianos para los amigos, los libros que se exhiben en la librería que  continúa con el mismo nombre del comercio de libros que existiera en Puebla por  allá de los ochentas y el encuentro amistoso que se repite cada 365 días, hoy  las ausencias pesan más que nunca.
 Al  llegar a cumplirse la vigésimo segunda edición de este evento cultural, tal vez  y el más importante en su género de toda Europa, la presencia arrasadora de Justo  Vasco va a ser patente con la edición de su última novela, autor cubano que se  decía extranjero en su tierra por que no bebía ron, no fumaba Populares, y  bailaba de la chingada, pero cuya astucia para la amistad era de envidiar.
 La  jovialidad del poeta Ángel González será un puerto para que permitamos que una  lágrima asome por las mejillas sin rubor alguno, aún y cuando el mejor homenaje  para este gran escritor seguirá siendo el que cada Semana Negra durante la  madrugada se convoque a lectores de poesía de todas las edades, ahora bajo la  batuta de Luís García Montero, y el recital que el buen Ángel iniciara en 1996  perpetúe la voz inteligente, la voz que ofrece que la memoria se ejercite y que  el sueño perdure.
 Paco  el jefe será evidente motivo de amplio homenaje durante los siguientes días,  evento por demás melancólico, por ubicarnos en esta realidad desgastante sin el  andar pausado pero certero de Paco Ignacio Taibo I, evidentemente el padre del  Paco II el ideólogo de este chingonsísimo desmadre cultural. Ana Belen, Joan  Manuel Serrat y varios cantantes, escritores, familiares, autoridades de Gijón  y de Asturias, amigos, pero sobre todo lectores estaremos ahí, levantando las  utopías al máximo, para insistir y continuar con las necedades de que es  posible alcanzar lo imposible.
 El  sol en Gijón, parece hoy desmentir aquella idea de que estamos en Asturias, la  tierra de la nube eterna, o bien, no da motivo alguno para que esta fiesta de  las letras, la bebida, la comida, la amistad, el ánimo y la cultura lleve por  título el del sin color, el negro, el calor nos ubica más en Andalucía que en  el norte de la península, pero bueno, será un placer continuar promoviendo la  lectura de los autores mexicanos y latinoamericanos en este encuentro de locos,  cuya animación seguirá siendo la construcción de mejores sueños, para buscar  también que los vientos no olviden las ausencias que hoy nos duelen tanto, y  que nunca dejarán de dolernos, por que si esto sucediera, simplemente el  enemigo entonces, nos habría derrotado.
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