El cajón del desastre


Fritz Glockner

23/09/2009

QUE VIVA ¿QUÉ?


Es quince de septiembre por la mañana y mis pasos se ven interrumpidos por grandes rejas y hombres embozados mostrando sus fauces; “no hay paso” arguyen sin más detalle, “hasta que nos digan pueden pasar” ningún ciudadano tenía acceso al primer cuadro del centro histórico, éste se encontraba tomado por elementos policíacos, del ejército y muchos, pero muchos hombres vestidos de civil con radios en la mano y caras de pose intimidatoria número diez.


Al parecer existió cierta amenaza telefónica y para no repetir los acontecimientos de hace 365 días en Morelia, Michoacán, las autoridades optaron por defender a los festejadores del clásico grito de la independencia, viendo a todos como posibles delincuentes, porque esa era la actitud con la que se comportaban todos los cuerpos de seguridad, viendo al ciudadano como un elemento de los zetas, o secuestrador en potencia, o narcomenudista juguetón, o narcotraficante de grandes vuelos, o terrorista en ciernes; como si todos estos acudieran por la mañana a compartir con el pueblo el desahogue de vociferar una vez al año el clásico ¡VIVA MÉXICO, CABRONES!


Realidad o ficción, simulación o prevención, es claro que los nervios están de puntas, el miedo no anda en burro, dice la sabiduría popular, y todo tipo de autoridades se andan cuidando hasta de su respectiva sombra, no vaya a ser la de malas y aparezca un fanático religioso pistola en mano, o botes de jugo en la otra, sintiendo que la palabra del supremo les ha dictado el qué hacer, y no precisamente el de Lenin.


Curiosa reflexión que sea un gobierno de derecha la encargada de organizar los festejos del bicentenario y del centenario de los dos acontecimientos históricos más importantes no sólo del país, sino del propio estado mexicano; la visión histórica de la derecha nunca se ha jactado de ser muy objetiva y sana ideológicamente que digamos, no olvidemos el primer acto que realizo Vicente Fox al tomar posesión de los Pinos, cuando expulsara de inmediato el retrato de Benito Juárez del salón que lleva su nombre, no fuera a ser que la vigilancia del mestizo oaxaqueño le otorgara un poquito del sentido común que tanta falta le hizo.


El ahora habitante sorprendió con la realización de un espectáculo de luz y sonido, al mejor estilo de Disneylandia, ya hubiera deseado Michael Jackson que sus funerales contaran con tanto alarde tecnológico, no voy a negar que se vio impresionante la colocación de las pantallas de niebla en Palacio Nacional y que sobre éstas se jugara con diversas imágenes, luces y pirotecnia, lo ridículo es que sólo se juegue a eso, al espectáculo, y no exista reflexión histórica sobre lo que hemos sido, somos y seremos, reduciendo la fecha a un pasatiempo por demás costoso precisamente en tiempos de racionalizar los fondos del estado.


¿Por quién gritamos? ¿A qué México vitoreamos?


Es obvio que cada quien guarda en su memoria el México que desea, el que le construyó la educación formal, el que ha padecido a partir de las experiencias vividas, el que adoptó a partir de la educación sentimental, o bien el que aceptamos como postura ideológica, política, histórica y social; pero también los hay para quienes este país simplemente es una idea para continuar saqueando, con una visión empresarial, sin la condición de la existencia de varios millones de habitantes.

 

El Revolucionario Institucional generó todo un discurso mediático, controlador, nacionalista y corporativo a partir del lenguaje histórico, justificando con ello la dictadura partidista por más de 70 años, por el contrario, Acción Nacional ha descreído la versión oficial y ahora en el poder ha venido por sus viejas canonjías, los bisabuelos conservadores han de estar felices en sus tumbas, viendo la revancha que sus bisnietos han aplicado a partir del desconocimiento, del descrédito, desde la ignorancia no sólo de la propia historia, de los hechos, sino del protocolo, de las formas y del sentir nacional, por eso hoy más que nunca la pregunta cuenta con una validez única, ¿A qué México vitoreamos?

 



 
 

 

 
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