Los Conjurados
Erika Rivero Almazán
Doger y Moreno Valle meten mano al PRD
Los candidateables a la gubernatura no sólo se están moviendo a mil por hora en el interior de sus respectivos partidos políticos, sino hasta en los ajenos.
De dominio público son las aspiraciones para llegar a Casa Puebla de el todavía alcalde Enrique Doger y del senador panista Rafael Moreno Valle. Ambos no pierden oportunidad para tratar de jalar agua para su molino.
Doger hace lo que puede en el PRI (que no es mucho, por cierto), y Moreno Valle se muestra implacable en el PAN, captando cada vez más adeptos. Sin embargo, ambos personajes no se conforman y van por más.
Ahora resulta que ambos centraron sus ojos en una institución más corrompida que la suya: el PRD.
Y en la intentona dejaron escapar algunas pistas muy obvias, como son apoyos económicos y recursos tanto administrativos como de personal, mobiliario, unidades de transporte, vales para gasolina, papelería y hasta para los sándwich del día de la jornada electoral, programada para el 16 de marzo, en el cual los perredistas poblanos elegirán presidente nacional, estatal, consejeros y delegados: un total de mil cien candidaturas en el estado.
Una locura.
Y fiel a su costumbre, el PRD se fraccionó: son ocho las corrientes que buscan adueñarse de un partido sin veleta, pero que representa la tercera fuerza en el estado, que no es poca cosa.
Es por eso que tanto Doger como Moreno Valle no pierden la oportunidad para ampliar su campo de acción.
El presidente municipal aceptó apoyar a Jorge Méndez Spínola en su eterno intento de llegar a la dirigencia de ése partido.
El intermediario en esta extraña relación fue ‘el sapo’ Arturo Loyola, el regidor perredista más dogerista en la historia del Cabildo que está a punto de morir. Criticado por el PAN, el PRI y hasta por los miembros de su propio partido, ‘el sapo’ Loyola forma parte del equipo incondicional de Doger. Tal apoyo, por supuesto, no es gratuito. El bono extra mensual es suficiente: dependiendo el sapo es la pedrada.
Pues bueno, Loyola ahora le pidió un favor al alcalde: apoyar a su amigo Jorge Méndez para la contienda, cuya compañera de fórmula es Ruth Huerta Morales (media hermana de Rodolfo Huerta). Aquí también el sapo intenta sacar tajada, ya que quiere cobrar como consejeros estatal.
Sus posibilidades de triunfo son mínimas.
Seguramente ellos lo saben y guardarán algo para sus bolsillos del apoyo dogerista.
Por otra parte, Rafael Moreno Valle no es la primera vez que intenta apoderarse de otro partido. Ya lo hizo alguna vez con Convergencia, a través de José Juan Espinosa, ‘el niño naranja’.
En este momento, Moreno Valle tuvo un error de cálculo, porque apoyó a una completa desconocida, incipiente, inexperta y total falta de conocimiento del perredismo aldeano: Elba Cerezo González, dizque líder de Alternativa Democrática Nacional, la única medalla que puede presumir, porque de ahí en fuera, su expediente está vacío: nunca conquistó puestos al interior de su partido, ni qué decir de alguna candidatura.
Rafael Moreno Valle perdió su tiempo y su dinero al apoyar a este personaje de medio cachete.
Vehículos para la movilización, aparatos de radio-comunicación y una lanita extra para los chescos, fueron cortesía de Rafa.
Pero bueno, echando a perder se aprende.
Nueva Izquierda parece que ganará sin mayor contratiempo, debido al conocimiento y dominio del terreno que lleva Luis Miguel Barbosa, el verdadero cacique del PRD por más de una década.
Esta tendencia es nacional: recordemos que Nueva Izquierda a nivel nacional se perfila como la preferida para ganar el Comité Ejecutivo Nacional con Jesús Ortega (Los Chuchos).
Por tanto, son altas las probabilidades de que Miguel Ángel de la Rosa, el experto en finanzas, con dos maestrías, un doctorado y director de una de las 31 empresas auditoras más exitosas del país.
Es decir, un perfil totalmente ajeno al PRD poblano.
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