Los Conjurados


Erika Rivero Almazán

 

Hablando de panistas y traiciones


El PAN, encerrado en una olla express, amenaza con el estallar el 20 de abril, en la celebración de las asambleas para elegir consejeros estatales y presidente del Comité Municipal de Puebla.


Y esta amenaza es latente por el ingrediente que el ‘ala rebelde’ empezó a esparcir: la traición.


También algunos columnistas, como Rodolfo Rivera (Status, Al pie de la letra. Marzo 31 del 2008), sostienen la hipótesis de que el candidato del Yunque, Bernardo Arrubarrena, será finalmente traicionado por los suyos.


El argumento de Rivera es que la Organización, representada por los Pablos (Pablo Rodríguez Regordosa-Pablo Montiel), clavarán un puñal en la espalda de Arrubarrena con el objetivo de no perder el control absoluto del Comité Municipal. Por eso, el 20 de abril, los Pablos manipularán el padrón y operarán para que se declare nula la asamblea municipal por falta de quórum. Así, el CEN designaría a un presidente interino, que difícilmente será otro que Mike, el actual secretario general, o bien, será alguien identificado plenamente con la derecha conservadora.


Este planteamiento es el que maneja el exalcalde Luis Paredes y su gente: Héctor Montiel, Gustavo Guevara, y sus aliados actuales: Genaro Ramírez, Jesús Encinas, Eduardo Covián y Violeta Lagunes.


Este argumento tiene fundamento.


Sin lugar a dudas.


No sería la primera vez que los Pablos se valgan de cualquier método para seguir jalando los filos hilos del poder.


El gusano de la sospecha seguirá engordando mientras Bernardo Arrubarrena no haga pública sus filias y las vacas sagradas del panismo (mejor dicho los pastores, para ir más ad hoc) exhiban públicamente su apoyo a favor de Arrubarrena.


Si bien este argumento es válido, también lo es la larga historia de traiciones que cosecharon cada uno de los integrantes de la denominada alianza express ‘Todos contra Arrubarrena’ que se constituyó el pasado fin de semana, y de la cual, nació igual de express su candidato: Miguel Ángel Dessavre, un joven inteligente, capaz, y con todo un futuro político por delante, pero cuya designación fue una total sorpresa, surgida por la urgencia de encaminar a un soldado a la guerra… sin fusil.


Pero analicemos la interesante historia de traiciones del ala rebelde.

 

1.- Jesús Encinas vs. Luis Paredes.


“No voy a votar a favor de otro negocio corrupto, producto de las raterías de Luis Paredes”. Estas fueron las palabras que en su calidad de diputado local pronunció Jesús Encinas en tribuna durante el pleno, en el momento de someter a votación la concesión de alumbrado público de la empresa francesa MMA (Mexicana de Mantenimiento) que promovió el Ayuntamiento de Puebla. “Ratero, corrupto, traidor, loco” son tan sólo algunas de las etiquetas que colgó Encinas a Paredes.


Y es que según Encinas, después de que apoyó con todo su capital político durante la campaña interna y la constitucional a Paredes, éste le dio la espalda en cuanto tomó posesión como alcalde. “Paredes fue la peor decepción de Acción Nacional”, decía Encinas igual en corto, en privado que ante las cámaras de televisión. 


Por supuesto que esta animadversión de Encinas contra el paredismo lo aterrizó con  acciones concretas, tales como votar en contra las controvertidas cuentas públicas de Paredes, haciéndole el caldo gordo a los priístas y que le valieron el exilio a Paredes.

 

2.- Héctor Montiel vs Eduardo Covián.


Hoy se juran fidelidad, pero acumularon 6 años de diferencias y odio, el cual salió a relucir en toda su extensión cuando el entonces alcalde Paredes solicitó licencia para separarse de su cargo por segunda ocasión, esto para continuar su búsqueda por la candidatura a la gubernatura. Según la Ley Orgánica Municipal, quien debía convertirse en alcalde interino era el regidor de gobernación, es decir, en ése momento Eduardo Covián, quien veía llegar por fin su premio a la lealtad, sobre todo, después de vivir sometido por el entonces secretario de Gobernación, Jaime Zurita.


La decepción fue brutal cuando Paredes optó por beneficiar al regidor de Seguridad Pública, Héctor Montiel, quien por su parte, despojó a Covián de toda posibilidad de figurar, y hasta le recortó sus prestaciones y prebendas como regidor.


Covían nunca perdonó la ofensa de Paredes y Montiel, hasta hoy.


Por que en su momento, Covían les dio una cucharada de su propio chocolate: el regidor se encontraba en las blancas arenas de Cancún cuando Montiel le suplicó que tomara el primer avión porque los regidores pro-paredistas no eran suficientes para aprobar el presupuesto de egresos del alcalde. Covián aceptó: regresó desde Cancún para darse la satisfacción de votar públicamente en contra del alcalde.


En respuesta, Paredes atacó con toda su furia a Covián cuando éste se inscribió como candidato único a la diputación local por el distrito 4. Fue la única vez que coincidieron Paredes y Pablo Rodríguez Regordosa. Ambos lo traicionaron, se declaró desierta la convención y el CEN designó al brazo derecho de Paredes, Gerardo Álvarez Dib, como abanderado.

 

3.- Encinas-Covián-Ana Tere vs. Paredes


Una vez conquistada la alcaldía, el anti-yunque Paredes se dio a la tarea de destruir a la Organización. Y casi lo logra: estuvo a punto de ganar la asamblea municipal para colocar en la presidencia del Comité Municipal a Luis Olmos. y después, la candidatura a la presidencia municipal, con Roberto Ruiz Esparza. Si estos esfuerzos no cuajaron fue gracias a Jesús Encinas, quien junto con Eduardo Covían y Ana Teresa  Aranda, jugaron las contras, beneficiando con su apoyo a los candidatos del Yunque.

 

4.- Genaro Ramírez vs Paredes.


Genaro Ramírez apoyó a Luis Paredes con todo. Hasta que se vio en una encrucijada: o seguía respaldando a Paredes ahora en su conquista por la gubernatura y le daba la espalda al panismo tradicional, o cambiaba definitivamente su apuesta para alinearse por la derecha y respaldar la decisión del Yunque de apoyar a Francisco Fraile. Genaro fue honesto y le explicó a Paredes su decisión.


Al otro día, el alcalde lo destitutuyó como director del DIF Municipal y corrió a parte de su gente que trabajaba en el ayuntamiento. En pocas palabras, lo puso de patitas en la calle.


Genaro, en adelante, jamás le perdonó la ofensa y desde ése momento decidió trabajar con la Organización y portarse bien.
Hasta hoy.

 

Si a los paredistas les fue como les fue durante y después de ejercer el gobierno municipal fue porque todos (o al menos, la gran mayoría) participaron en el juego de las traiciones.


Ese fue su talón de Aquiles.


Por eso, hoy en día la Organización sigue mandando a sus anchas en el PAN.


Si el ingrediente traición no hubiera existido en el equipo de Luis Paredes, tal vez la historia sería otra.


Pero no fue así.


Otro gran inconveniente que trabaja en detrimento de la candidatura de Dessavre es el rechazo del grupo del senador Ángel Alonso Díaz Caneja en apoyar al candidato de la oposición, confirmando así la disolución de la alianza con Genaro Ramírez. Roberto Grajales, mano derecha de Ángel lo declaró ayer públicamente:


“Entrevistado por separado, Grajales Espina sostuvo que el grupo de Ángel Alonso se mantendrá al margen de la elección. Argumentó que la fracción desistió de registrar candidato debido a que esperan el cambio nacional de estatutos del CEN panista... por lo que no apoyará a ninguno de los tres candidatos”. (e-consulta. Abril 1 2008).


Esta fue la manera sutil en que Ángel rechazó participar en el proyecto por la eterna animadversión con Paredes. Y es que de los grupos de la oposición, el único que garantizaba una buena cargada de votos era el de Ángel.


Así el panorama, con toda honestidad, ¿quién podría garantizar a Dessavre que no será traicionado por alguno de estos personajes?


La empresa de este joven regidor es riesgosa, muy riesgosa, sobre todo cuando quienes los apoyan no tiene nada que perder: Paredes vive el ostracismo político, sin dar la cara del todo y sin poner en riesgo el poco capital político que le queda. Genaro Ramírez con la impotencia de querer ganar una elección (interna o constitucional, da igual), ya que contaba con el apoyo de Ángel Alonso. Eduardo Covián, esperando la oportunidad que el Yunque le ha negado y le negará. Jesús Encinas, con la imposibilidad de acceder nuevamente a un puesto en la burocracia.


Ninguno de estos personajes tiene nada que perder.


El único que arriesga un futuro político prometedor es precisamente Dessavre.


Así, el juego de las traiciones en el PAN sigue su curso, por los siglos de los siglos.

 

Y amén.




 
 

 

 
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