Una mirada ciudadana de las elecciones: logros y pendientes
Comparto la alegría ciudadana que se experimenta cuando alguien nuevo llega al poder. Comparto también el entusiasmo de todas las personas que votaron esperanzadas por un cambio para Puebla. Comparto y felicito el activismo de ciudadanos independientes y de grupos de ciudadanos organizados para promover este cambio. También sé que muchos de nosotros le hubiéramos apostado a una opción más netamente ciudadana pero que al momento decidimos apostarle al cambio más factible. Creo que es muy pronto para hablar de la caída total de un viejo sistema en Puebla. Que está en boca de todos que después de ochenta años este estado se libró del absolutismo del PRI, no hay duda. De primera instancia las elecciones lo reflejan así.
Para mí hay muchas cosas que rescatar como logros de este proceso: por un lado, la participación ciudadana en las redes sociales. Estas elecciones mostraron la capacidad de volvernos reporteros y periodistas con título ciudadano. Hay casillas electorales que se lograron blindar gracias al apoyo ciudadano y la comunicación vía facebook y twitter. Por otro lado, reconozco el alto nivel de participación electoral que fue más del 50% y la iniciativa de grupos y movimientos ciudadanos como Puebla Vigila -quien monitoreó las eventualidades previas y durante las elecciones- y la Red Actívate x Puebla -quien recogió propuestas ciudadanas para presentarlas a los candidatos-, así como el movimiento Si Votas Ganas -que ofreció incentivos comerciales a los ciudadanos para votar. Y por último quiero recordar y festejar que la alianza Compromiso por Puebla aportó candidatos ciudadanos como Josefina Buxadé, quien no sólo resultó victoriosa si no que obtuvo los mayores índices de participación ciudadana en la capital y la mayor diferencia en ventaja sobre su contrincante del PRI.
Pero una cosa es la participación ciudadana y otra el futuro político de Puebla. Paralelamente a reconocer el triunfo ciudadano digo que creo que es muy pronto para hablar de la caída de un viejo sistema porque para decirlo certeramente hay que ir más profundo. Y considero que todavía quedan varios pendientes. Sin querer ser pesimista, invito a los ciudadanos a reflexionar sobre dos puntos: uno, que la verdadera alternancia se da cuando el candidato ha sido coherente con la línea de un partido. Si no lo ha sido, la alternancia no sólo es dudosa si no que existe el riesgo de que el candidato repita los vicios del partido en el que se formó. Esperemos que no sea el caso de Puebla.
Y segundo punto: queda pendiente para los ciudadanos vigilar que con la presencia del Partido Nueva Alianza (PANAL) en el poder (recordemos que este partido fue fundado por el Sindicato Nacional de Trabajadores al servicio de la Educación, SNTE, cuya líder es Elba Esther Gordillo), las decisiones de las autoridades educativas sean efectivamente autónomas y que no se designen funcionarios en educación que sirvan únicamente a los intereses del SNTE, sino a toda la ciudadanía. Es decir, que los favores políticos no sacrifiquen la calidad de la educación, como sucede en los estados en los que el PANAL ayuda a conseguir votos, y donde Elba Esther Gordillo designa a los Secretarios de Educación, por mencionar uno de los favores intercambiados. No está de más mencionar que el SNTE es uno de los aparatos menos transparentes y más poderosos de la vida política de este país.
Invito a estas reflexiones para mantenernos despiertos, pues es común que al librar una batalla pensemos que hemos ganado una guerra. Y con este artículo me despido de la columna Construyendo Ciudadanos,agradeciéndoles a todos los que me leyeron y apoyaron en este proyecto. ¡Hasta pronto!
