Cúpula
Javier Arellano Ramírez
Al gobernador Marín le gustan las sorpresas
A mi amigo Juan Carlos Valerio porque el reconocimiento y el afecto son recíprocos. Un abrazo.
La hipótesis de esta columna es una sola, sobre ella vamos a abundar y a desarrollarla.
Pero le podemos anticipar estimado y amable lector que es la siguiente: La sucesión en Puebla ya está definida, ya está resuelta. Es una sucesión lógica, una sucesión que reúne todos los requerimientos. Vamos a citar a Salinas de Gortari y a decir: “No se hagan bolas…” el sucesor del gobernador Marín es…
Sería una sucesión aterciopelada, pero… pero… hay un factor mayúsculo, un elemento superlativo y que es el hecho de que al gobernador Mario Marín le gustan las sorpresas. Tal pareciera que el principal, el más dedicado y acucioso lector de las columnas poblanas es precisamente el propio Marín. Me imagino al mandatario sentado en su despacho de Casa Puebla leyendo a carcajadas nuestras especulaciones periodísticas mientras dice: “…Ni saben por donde les va a brincar la liebre…”
Esa es la hipótesis de esta columna. Pero antes vayamos a hacer un breve repaso de los suspirantes priístas más connotados.
ENRIQUE DOGER GUERRERO.
El doctor Doger Guerrero es uno de los principales activos del priismo poblano. Con una imagen impecable como rector Doger entra a la política electoral y de inmediato convence a los votantes. Un capital social y moral que en unos días se convirtió en un activo político.
Si José Doger y Corte construyó los cimientos de la nueva Universidad, tocó a Enrique Doger llevar a la institución a su apoteosis. Fue cuando iniciaron la entrega de los Doctorados Honoris Causa a figuras de relevancia no sólo nacional sino internacional y la BUAP se convirtió en un símbolo de excelencia académica.
Doger Guerrero incuestionablemente ganó una elección con el apoyo de amplios, amplísimos sectores sociales. Su propia personalidad, su sensibilidad social y política, su carácter afable y sencillo le abrieron las puertas de los grandes sectores del electorado poblano. Y fue un presidente municipal destacado, muy destacado. Las obras de Enrique son incuestionables, sus aportaciones al desarrollo de Puebla son innegables.
El gran daño político a Doger Guerrero se lo hizo mi amigo Moisés Ignacio Mier Velasco su principal asesor, consejero y mentor. En “El Padrino” de Mario Puzo, el arrebatado e impulsivo Santino “Sonny” Corleone le dice a Tom Hagen: “No eres un Consiglieri para tiempos de guerra…” Era probablemente el más atinado y adecuado para tiempos de paz, pero nunca para tiempos de guerra.
En “contrario sensu” podemos hablar de (repito) mi amigo Nacho Mier. Fue Mier quien se caracterizó por ser un Consiglieri de guerra… en tiempos de paz…
Y vinieron los distanciamientos con Luis Banck Serrato, con Juan Carlos Morales, las confrontaciones abiertas y públicas con Omar Álvarez Arronte y finalmente con Ludivino Mora Tejeda. Esto al interior de la Comuna, al exterior las confrontaciones fueron mas graves. Lejos de convertirse en un constructor de amarres políticos, le dinamitó todos los puentes.
Pero sobre todo Doger se convirtió en una figura medular, toral, fundamentalmente centralista, una figura en la Angelópolis, pero dejó de lado los otros 216 municipios poblanos. Mismos que hasta apenas ahora comienza a trabajar.
ADRIÁN VÍCTOR HUGO ISLAS HERNÁNDEZ
Desde la puja interna de1998 Víctor Hugo Islas ha sido satanizado, pero la realidad política es que es la figura política más próxima, más semejante a Melquiades Morales.
No hay otro político poblano que conozca a profundidad y que a su vez sea ampliamente reconocido en los 217 municipios del estado. Islas puede sentarse en una banca del zócalo o parque de cualquiera de estos 217 municipios y será saludado y abrazado. Lo mismo en Chichiquila que en Tlatlauquitepec, que en Xicotepec de Juárez que en Coxcatlán Víctor Hugo Islas llega a cualquier plaza central y su presencia causa efervescencia. En cualquier municipio.
La presencia de Víctor Hugo Islas en el interior del estado sólo es superada por Melquiades Morales. Eso es un hecho indiscutible.
Su problema fue la derrota en la elección interna por la presidencia municipal en 1998, precisamente frente a Mario Marín. Un suceso político que trastocó su trayectoria, lo distanció de su compadre Manuel Bartlett y de su otrora amigo Jaime Aguilar Álvarez y de la que el mismo Víctor Hugo salió emocionalmente lastimado. No pudo implementar una operación cicatriz y se retiró de los escenarios locales.
Hoy vuelve a la contienda interna. Y quienes lo menosprecian sólo demuestran que conocen la política hasta Amalucan, pero que de ahí en adelante nada saben.
CHARBEL ESTEFAN CHIDIAC.
Hace poco le dijeron a Charbel: “…Tu vales por 15 diputados…”
Y es cierto. Sus conocimientos y habilidades para las finanzas públicas, para los presupuestos y cifras macro económicas lo colocan como uno de los protagonistas nacionales en su especialidad. Es el único poblano con la estatura para debatir con el Secretario de Hacienda o con cualesquiera de sus subsecretarios. Con una capacidad legislativa superior, muy superior a la de Rafael Moreno Valle.
Al margen de lo anterior Charbel tiene un carisma que lo ha llevado ganarse el efecto de propios y extraños. Es probablemente el más carismático de todos los suspirantes. Un elemento subjetivo que se transforma en sufragios muy tangibles.
En el terreno electoral Charbel Estefan Chidiac ha demostrado una infatigable capacidad como la de cualquier político profesional. Sube y baja, entra y sale de municipios, juntas auxiliares y rancherías de la mixteca.
El problema de Charbel Estefan Chidiac son sus cuates. Relaciones con las que pueden lastimarte Jorge. En público declaró: “…Nadie de la comunidad (libanesa)… puede negar su amistad con él… (refiriéndose a Kamel Nacif). Apenas el día de ayer Charbel sostuvo una reunión privada en Tehuacán. Una reunión con miras a la sucesión… pero en la casa de Willebaldo García de la Cadena.
¡Válgame Dios! ¡A quién se le ocurre! Ahí perdiste 30 mil votos de la región de Tehuacán estimado Charbel. Por cierto a la comida que los García de la Cadena le ofrecieron a Estefan Chidiac estuvo invitado el profesor Félix Alejo Domínguez alcalde electo de Tehuacán.
NO NOS HAGAMOS… BOLAS…
Dijera el clásico del salinismo: “No se hagan bolas” frase que en la política nacional se interpreta como un: “No nos hagamos pendejos”.
Si esto llegara a una consulta a la base; una auténtica, legítima y real consulta a la base el gobernador Mario Marín ya tiene un sustituto no sólo lógico, sino incluso el necesario.
El único que tiene la confianza del gobernador.
El único que en este momento tiene ya una estructura política en todo el estado.
El único que tiene el voto de calidad de la mitad de los diputados de esta legislatura.
El único que tiene el contacto permanente con los alcaldes priístas electos de los principales municipios; aquellos que son prioritarios y con los que se gana una elección.
El único que tiene los amarres con los principales grupos políticos en el interior del estado.
El único que tiene comunicación constante con los líderes religiosos católicos, cristianos o evangélicos. Amigo lo mismo del señor cura rojillo de San Gabriel Chilac, que también del Pastor cristiano de Teziutlán.
En este orden el priismo poblano no tiene más que una figura.
Y se llama Javier López Zavala.
AL GOBERNADOR MARÍN LE GUSTAN LAS SORPRESAS.
¿Quién puede negarlo?
¿Quién no se ha percatado?
Al gobernador Marín le encantan, le fascinan las sorpresas. Quiere pasar a la historia como un gobernante impredecible. Y lo está logrando rápidamente.
El mensaje del gobernador Marín es claro, clarísimo: “Aquí solo mando yo”. No importan las opiniones, ni mucho menos las presiones. Marín ha demostrado que es el dueño político de su sexenio y que las decisiones las toma él y nadie más. De ahí que en sus decisiones encontremos una constante: al gobernador le encantan las sorpresas.
En el Órgano de Fiscalización Superior se esperaba la llegada “obligada”, “acordada”, “pactada” de Armando Valerdi, inclusive algunas voces apuntaban que la opción B era el auditor externo Juan Manuel Maldonado. Ni uno, ni otro y de un momento a otro apareció como sacado de la chistera Víctor Manuel Hernández Quintana. La sorpresa de un nombre que no aparecía en especulación, ni columna alguna.
En el Congreso del estado durante varios días Javier López Zavala y Mario Montero Serrano midieron fuerzas. Zavala pugnaba por la llegada de Humberto Aguilar Viveros en tanto que Montero apostaba todo a Rocío García Olmedo. Y nuevamente de un manotazo en la mesa se dijo: “Aquí mando yo” y apareció el hasta entonces desconocido José Othón Bailleres Carriles, quien no figuraba en ninguna de las listas, ni siquiera como aspirante a presidir la Gran Comisión.
En el Tribunal Superior de Justicia los marinistas esperaban el arribo de quien cuidaba celosamente los intereses de la Notaría Pública de Mario Marín, su amigo, su confidente, su compadre, Arturo Madrid Fernández, además magistrado respetable y con fuertes, fuertísimos amarres dentro del Pleno Judicial. Aunque la parte dogmática de los magistrados cerraba filas en torno a Alfredo Mendoza. Y por enésima ocasión el mandatario nos recordó que él y sólo él toma las decisiones. Mismas en las que nadie puede influir. La llegada de León Dumit fue una sorpresa hasta para el propio magistrado, quien nunca buscó llegar a la presidencia del Tribunal.
Desde este momento le podemos adelantar que todo índica que el gobernador Marín tiene no sólo un “Plan A” y un “Plan B”.
Tiene incluso un “Plan H” y otro que se llama “Plan K”.
El “Plan H” es el rector Enrique Agüera Ibáñez.
Y el “Plan K” se llama Blanca Alcalá Ruíz.
Pero nadie puede asegurarlo
Al gobernador le encantan, le fascinan las sorpresas. Y al cuarto para la una puede volver a sacar otro candidato de la chistera.
“La vida te da sorpresas… sorpresas te da la vida…”
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