DIÁLOGOS EN EL INFIERNO
José Zenteno
16/03/2011
LA CAMPAÑA DEL PAN EN PERSPECTIVA
En esta veda electoral o periodo entre campañas hay que ocupar el tiempo en algo. Supongo que los partidos y candidatos estarán preparando estrategias para cada uno alcanzar su objetivo. Nosotros hemos estado haciendo lo propio con los clientes que nos favorecen con su confianza, investigando cuales serán los motivadores del voto en estas elecciones.
Sin embargo, resulta interesante hacer el ejercicio de especular sobre qué puede pasar una vez comenzadas las campañas. Cada partido y candidato tiene una circunstancia distinta y por lo tanto su estrategia también será diferente. En esta entrega procuraremos analizar la posición del PAN, revisaremos sus opciones en función de los recursos con que cuenta y de las tácticas que han instrumentado en otras campañas.
La candidata Josefina Vázquez Mota es en este momento, según las encuestas, el segundo lugar a 12 ó 14 puntos de distancia de Enrique Peña Nieto en las preferencias brutas a nivel nacional. Esto significa que si la lista nominal de electores es de 75 millones, le hacen falta entre 9 y 10.5 millones de votantes para alcanzar al priísta.
Es común que las notas de los analistas y periodistas que conforman la opinión publicada consideren únicamente el último dato disponible, es decir el último registro publicado por las compañías encuestadoras y se olvidan de los datos previos. Las gráficas de Consulta Mitosfky muestran que en el último año la única fórmula que ha crecido de manera consistente en las preferencias de los mexicanos es la del PAN con Josefina Vázquez Mota; ha pasado de 14 puntos de intención de voto a más 24. Mientras que el candidato del PRI ha caído prácticamente la misma cantidad de puntos en dicho periodo. Si esta tendencia continúa sin que cambien las pendientes de las curvas de uno y otro partido, es probable que Peña Nieto gane las elecciones dada la ventaja que aún conserva. Sin embargo, estamos a punto de entrar al periodo de campaña abierta, serán 90 días en los que todos harán lo que esté a su alcance para mover esas pendientes.
Por otra parte, la candidata del PAN cuenta con el respaldo del gobierno federal y todo lo que ello significa en términos de recursos políticos y hasta económicos. También tiene a los gobiernos de muchos estados de la República que bajo las siglas de Acción Nacional tienen la misión de conservar el statu quo.
En contra del blanquiazul están 11 años de desgaste en el poder. Tiempo en el que la esperanza del cambio prometido se ha desvanecido, las crisis económicas siguen acechando a la población como un maldito destino, y la inseguridad se ha metido a las casas y ha perforado el alma de las familias. La lucha del PAN no es contra el PRI, aunque ellos se esfuercen en llevar el combate a esa arena en el imaginario colectivo, la lucha es contra la historia que vivimos de profundas contradicciones, algunas como herencia del pasado priísta y otras como consecuencia del estilo de gobernar de Vicente Fox y Felipe Calderón.
¿Qué le queda al PAN en este momento? Usted amigo lector que probablemente le guste el fútbol, ¿qué haría su fuese entrenador del equipo de Josefina Vázquez Mota? Pues sacar a un medio de contención y meter a un delantero, quizá sacar a un defensa central y sustituirlo por un medio ofensivo que distribuya juego por las bandas. La única forma de ganar es meter goles y para ello el equipo debe echarse al frente aún a pesar del riesgo de recibir más goles. Eso es justamente lo que vamos a ver a partir del 29 de marzo, un panismo al abordaje que tocará el límite de la ley y en algunos casos lo rebasará. Quizá ello explique el cambio repentino del titular de la FEPADE, porque una distancia de 10 millones de votos en marzo se antoja difícil de remontar sin tácticas de guerra sucia orquestadas desde el poder y con los recursos del Estado.
Saltar al abordaje en la escena electoral requiere de convencer a los ciudadanos de que continuar con el PAN de Josefina significará la mejor oportunidad para salir adelante como país. Esta tarea implicará necesariamente una revisión del discurso de la candidata hasta el punto de cuestionar al propio Presidente Felipe Calderón, pues sino da un vuelco a su mensaje, la panista seguirá pareciendo un títere de los poderosos y un emblema de la continuidad de un gobierno que no ofrece alternativas a millones de familias sumidas en la pobreza, la desesperanza y el miedo. Como lo dijo una poblana en un grupo de enfoque, “el PAN nos da Oportunidades y Seguro Popular, eso está bien, pero nos quita el trabajo, nos baja los sueldos y nos sube los precios… mejor regresar a como estábamos”.
Desde nuestro punto de vista si el PAN quiere ganar las elecciones debe correr riesgos y polarizar aun más al país que en 2006. Sin embargo, la consecuencia puede ser un triunfo por escaso margen que no deje espacio para la gobernabilidad, ya que esta vez el PRI será el agraviado y la izquierda tampoco se prestará a la colaborar para que se constituya un gobierno de derecha viable.
Esta elección presenta un reto sumamente complejo para las aspiraciones continuistas del PAN. Las reglas electorales son más estrechas que en el pasado y el rival es más fuerte, disciplinado y experimentado que Andrés Manuel en 2006. Sin embrago, en una campaña cualquier cosa puede ocurrir, incluso los panistas podrían depender de que Peña Nieto cometa nuevos errores, pero a estas alturas el mexiquense estará mejor asesorado y más preparado para evitar los hierros de diciembre. Ya veremos.
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