Los Conjurados
Erika Rivero Almazán
Los Morales Flores somos una corriente difícil de igualar: Chucho
— ¿El melquiadismo resucita con Chucho Morales?
— ¿Resucitar?, los Morales Flores no hemos muerto. Somos una corriente política dentro del PRI muy poderosa, difícil de igualar.
Jesús Morales Flores está contento, radiante. Ahora los reflectores son sólo para él, y no los comparte. Es el desayuno organizado con 800 mujeres líderes en el Centro Mexicano Libanés, el pasado sábado.
—¿El exgoberandor Melquíades Morales apoya sus aspiraciones a la gubernatura?
—Yo he hablado con mi hermano, y si, si me apoya.
—¿Y su hermano, el secretario de salud, Roberto?
—Siempre respetuoso de sus obligaciones, pero también me apoya. Mire, se lo voy aponer claro: mis hermanos si son hermanos de adeveras.
—Entonces, ¿reconoce que los melquiadistas están con usted?
—Es innegable que los Morales Flores hemos construido un corriente muy fuerte dentro del PRI, tanto a nivel local como a nivel nacional, difícil de igualar y con la que será muy difícil de competir.
—Los melquiadistas se quejan de la falta de oportunidades en este sexenio, debido a que la ‘burbuja marinista’ les ha cerrado las puertas, ¿es cierto?
—El gobernador Mario Marín es un hombre experimentado que sabe y entiende de política. Es un hombre con el que llevo una estupenda relación, sin embargo, existen otras personas que no saben y no entienden de política.
—¿No ha tenido entonces ningún problema con Mario Marín?
—¿Yo, con el gobernador?, no, ninguno. Pero insisto, hay ciertos personajes que no conocen de política, pero no daré nombres porque las confrontaciones no nos llevan a ningún lado. La política es una arte de negociación y sirve para llegar a acuerdos. Yo soy un hombre político, y por lo tanto, no me ando peleando con la gente. No es mi estilo. Yo quiero trabajar por Puebla.
—Hace tres años, usted apoyó las aspiraciones de Mario Marín a la gubernatura, ¿esperaría que él hiciera lo mismo en este momento que Chucho Morales está buscando la gubernatura?
—A lo largo de mi trayectoria he tenido la oportunidad de apoyar a muchos candidatos. Si, apoyé con mucho entusiasmo a Mario Marín, pero no le pediría que hiciera lo mismo conmigo. Seré respetuoso de la investidura y de los tiempos.
—¿Cuál será la estrategia de campaña de Chucho Morales?
—No utilizaré la estructura de mi partido, ni del gobierno. Cuidaré mucho esos aspectos. Seré muy respetuoso: haré campaña con mis amigos. Este es un ejemplo: me reuní con mis amigas, porque aquí no hubo acarreo, ¿viste? y fueron ellas las que organizaron y pagaron este desayuno. Se trata de un grupo de damas, son 20, que organizaron todo esto y ellas fueron las que pagaron todo. Hasta el mariachi. Me dedicaré a visitar a mis amigos en todo el estado.
—Antes ya ha buscado la gubernatura, ¿por qué piensa que ahora sí puede llegar?
—Tengo a mi favor más experiencia, más trabajo y una trayectoria que he forjado con los años. Ése es mi respaldo. Me he preparado para este momento. Yo respetaré las decisiones de mi partido, porque mi partido es la base, el pueblo, la gente, ése es mi partido, y yo respetaré las decisiones de mi partido. Espero que el PRI se fije a mi para convertirme en su candidato.
—¿Qué opina la dirigente nacional, Beatriz Paredes, de sus aspiraciones?
— He conversado con ella, porque soy un hombre de disciplina, pero ella es una mujer de trabajo, sabia y experimentada. Ella nos conoce perfectamente: tiene la ficha en su memoria de cada uno de los priístas del país, pero sobre todo sabe la situación de Puebla.
—¿Beatriz Paredes es su amiga?
—Claro que es mi amiga.
—¿Quién más es su amigo?, ¿Enrique Doger?
—Tengo muchos amigos. Si, Enrique Doger es mi amigo.
—¿Es cierto que existe una alianza con el expresidente municipal?
—He platicado con él y nunca descarto llegar a un buen acuerdo político con nadie.
—Es posible que Alejandro Armenta se convierta en el nuevo dirigente estatal del PRI, considerado el principal operador de Javier López Zavala, el aspirante a la gubernatura apoyado por el gobernador, ¿qué opina?
— Es intrascendente, porque quien llegue a la dirigencia del PRI tiene la obligación de ser plural con todos nosotros, de escucharnos y de no cargar los dados a favor de nadie.
—¿Qué opina de las intenciones de López Zavala de convertirse en candidato a la guberantura?
— Que en mi partido hay pluralidad.
Fraile y Rafa, complicidad reiterada
Lo desairaron Ana Teresa Aranda, Humberto Aguilar Coronado, Ángel Alonso Díaz Caneja, y hasta el descafeinado dirigente estatal, Rafael Micalco, pero, con todo, Francisco Fraile afianzó su postura de ‘líder moral’ del PAN en el primer informe de actividades como diputado federal.
Melquíades envió como representante a Héctor Jiménez y Meneses, Enrique Doger a ‘Kio’, Enrique Chávez, actual regidor del ayuntamiento de Blanca Alcalá y el rector de la BUAP, Enrique Agüera Ibáñez a “Cheche”, José Carlos Bernar, y el dirigente del PAN a Marcos Cruz, secretario general.
“Invité a todos yo mismo: Ana Teresa y Humberto, me confirmaron, Ángel se excusó con que tenía una comida pero yo le insistí: sí puedes ir porque no eres el cocinero, ¿no?, pero, bueno, si ellos no quisieron venir yo aquí estoy para darles mi mano”, dijo Francisco Fraile a unos minutos de su informe, el sábado pasado a la 1 de la tarde.
En el salón Hermanos Serdán se acumuló el olor a mixote, el calor se caldeó a su máxima expresión, pero nadie se movió de su asiento: ahí, Francisco Fraile lloró, se rió y, fiel a su estilo, hizo un llamado para reintegrar la moral, la ética y la unidad a la política de Acción Nacional, y lo hizo a través de una carta muy chambona: el diablo le escribe una misiva a su sobrino con recomendaciones infalibles para tentar a los políticos.
Ya imagine la tónica del mensaje.
Delegados, diputados locales y federales del PAN si llegaron.
Pero dos fueron las figuras centrales: Eduardo Rivera Pérez, quien iba acompañado de su esposa y sus tres hijas, y Rafael Moreno Valle, acompañado de su esposa.
Fue el segundo quien ocupó la mesa principal.
Y el primero a quien se dirigió Fraile después del sermón y las lágrimas.
El abrazo fue más que afectuoso.
Fraile le dijo al oído: “gracias Rafa”.
Y Rafa le respondió: “aquí estaré siempre, Paco”.
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