Dios en el poder


Selene Ríos Andraca
diosenelepoder@hotmail.com
Twitter: @SeleneRios (flordecalabaza0@gmail.com)

18/11/2010


La transparencia, esa gran amenaza



Stop.


¡Paren las prensas!


Wait a minute.


Si la memoria no me falla, una de las bases discursivas del hoy gobernador electo Rafael Moreno Valle durante su campaña a Casa Puebla fue la opacidad de la administración marinista y el vergonzoso cuarto lugar en corrupción dictaminado por Transparencia Mexicana, del politólogo Federico Reyes Heroles.


¿O enloquecí?


Hasta donde recuerdo, tras ganar la gubernatura Moreno Valle signó junto a los mandatarios electos de Oaxaca y Sinaloa, Gabino Cué y Mario López Valdez, un convenio para la transparencia y la rendición de cuentas.    


¿O tengo serios problemas de amnesia?


También tengo ligeras nociones sobre el candidato de Compromiso por Puebla prometiendo una reforma intensiva a la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública para evitar el oscurantismo gubernamental que privó en el sexenio de Mario Marín Torres.


¿O de plano el peróxido ya me alteró los recuerdos?


Entre mis divagaciones tengo la impresión de haber escuchado a Rafael Moreno Valle en muchos, muchísimos mítines políticos reclamando la deuda de casi 10 mil millones de pesos provocada por el pésimo gobierno actual.


Pero no sólo la millonaria deuda, sino también la duda de cómo se aplicaron esos recursos durante el sexenio.


¡Dios, dame luz!




¿En qué momento la transparencia gubernamental dejó de ser una obligación y se transformó en una estrategia de chantaje?


Perdón, creo que estaba dormida cuando todo ocurrió.


Zzzz
Zzzz...


¿Cuándo Rafael Moreno Valle comenzó a utilizar la transparencia como arma secreta para doblegar a los marinistas?


La genuflexión del gobierno marinista ante las exigencias de Rafael Moreno Valle no obedece a la “disposición” de Mario Marín de llevar un proceso de entrega-recepción terso, sino a las amenazas lanzadas por el panista de “transparentar” los movimientos financieros realizados estos seis años.


El gobernador electo Rafael Moreno Valle encontró el punto débil del marinismo para controlar los últimos meses de la administración actual:


La o-p-a-c-i-d-a-d.


En conferencia de prensa Moreno Valle insistió en que requiere de una línea de crédito para tener liquidez y margen de maniobra en el arranque de su gestión, ya que heredará una deuda de casi 10 mil millones de pesos más un pasivo de 3 mil 500 millones de pesos por el problema de la recaudación del Impuesto Sobre la Renta.


Ante la negativa de la bancada priista de aprobar el empréstito anunciado por Moreno Valle, el gobernador electo usó la transparencia como su arma para someter a los priistas:


“Si los diputados de la actual Legislatura piensan que no es necesario, nosotros sentimos que sí. Con todo gusto les vamos a desglosar a los próximos diputados y a los poblanos toda la deuda de Marín, cómo se ha venido gastando y todos los pendientes, pues para pedir, si es necesario, una línea de crédito para poder atenderlo”.




Es decir, si los miembros de la LVII Legislatura —cuya mayoría es priista— aprueban la línea de crédito para los primeros meses del gobierno morenovallista, los poblanos y los agregados nunca nos enteraremos de cómo se aplicaron los cinco empréstitos solicitados en el marinismo.


La primera línea de crédito fue solicitada en enero del 2005, por una cantidad de mil 500 millones de pesos; la segunda fue en 2007, por 3 mil millones de pesos; la tercera fue en 2008, por 2 mil millones de pesos; la cuarta fue por 718 millones de pesos y la última por 2 mil 500 millones de pesos en plena sucesión gubernamental.


¿Cómo se gastó ese dinero Mario Marín?
¿Cuántos Ayuntamientos hicieron uso de los préstamos?
¿En qué se invirtieron tantos millones?
¿Cuánto se debe realmente?
¿A cuánto ascienden los intereses?
¿Por cuántos años Puebla tendrá una deuda millonaria?


Dicha información ha sido solicitada en reiteradas ocasiones por esta casa editorial a través del portal de Acceso a la Información Pública y, hasta el momento, la respuesta de la Secretaría de Finanzas ha sido: “Información reservada”.




Dios en el Poder suplica de rodillas a los legisladores actuales que rechacen la línea de crédito que eventualmente solicitará Rafael Moreno Valle, para que por fin tengamos idea de cómo fueron aplicadas las cinco líneas de crédito.


La transparencia gubernamental es una obligación y no puede estar sujeta al humor del gobernador electo.


¿No que para “Puebla lo mejor está por venir”?

 

Comienzo a dudarlo.



 
 

 

 
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