Dios en el poder
Selene Ríos / Edmundo Velázquez
Sueño de una noche de verano (En la oficina)
    
En una oficina, cualquiera, siempre hay deseos que nunca se cumplirán:
Unos empleados anhelan ahorcar a su jefe.
Otros, escupirlo de vez en cuando.
Los más aguerridos sueñan con humillarlo.
Hay quienes sueñan con la guapa y bien torneada secretaria del jefe.
Los más mundanos solamente piden una cama.
O de plano un catrecito atrás de la oficina.
Para darle los diversos usos que tiene. Ya saben, dormir, recostarse, ver películas, etcétera.
Sin embargo, mientras los burócratas sueñan, el jefe cumple algunas de las fantasías.
Pensarán que vamos a contar la historia de una secretaria y un funcionario, pero no.
Vamos a contar la historia de una cama y su funcionario en la oficina.
Perdón, de un funcionario de primer nivel y su cama, en la oficina.
Los relatores de mitos urbanos aseguran que en Carreteras de Cuota Puebla (CCP), Rómulo Arredondo Gutiérrez llegó súper equipado para instalar su despacho: florero, cortinas, incienso, velitas aromáticas, cuadros, pisapapeles, archivero, una escultura barata, un camioncito Ruta 10 a escala (recuerdo de la SCT) y un aditamento sui géneris:
¡Una cama!
Acolchonada, matrimonial y ortopédica.
No sea la de malas que la columna de Rómulo se atrofie.
Dicen los que saben (nosotros no hemos entrado y ya ni ganas nos dan) que la camita esa tiene su colcha café y beige.
Nosotros tampoco lo creemos tanto, pero según nos informaron, Arredondo dividió la enorme oficina y la mitad la usa para el escritorio y la otra para el restroom.
¡Qué rico!
¡Qué envidia!
Nosotros exigimos una hamaca en esta redacción (somos medios tropicales).
Shhh… no se rían tan alto, van a despertar al director.
    
Quién fuera burócrata del Soapap. Una fuente del Sistema Operador de Agua Potable nos contó que un tal Jesús Natanael Chocolat —en serio, así se apellida— trabaja en el organismo dos horas al día, ¿pueden creerlo? Y que por el simple hecho de llegar a las ocho de la mañana y salirse a las 10 de la mañana, le pagan 12 mil pesos. Wow.
Saludos al muslito. Este fin de semana, el muslo derecho de un entrañable amigo fue intervenido quirúrgicamente y por el momento, se encuentra guardando reposo y sumamente adolorido. Un abrazo al muslo derecho y un besote, faltaba más, al amigo.
    
Caramelos y bolitas: Les informamos que en breve ya no leerán Dios en el Poder dos veces a la semana, no. Ya no. Se terminaron esos dulces días en los que por fin cumplimos con la cuota semanal. Ahora su querida y divertida columna —la única en su especie— tendrá un día más en las páginas de Cambio y será los dichosos ¡Viernes de Debraye! (¿miau?)
Los martes y jueves seguirán siendo de limón y calabaza, respectivamente.
Anuncio.
El jueves habrá trivia, ¡no se la pierdan! Piensen qué les gustaría recibir en su cumpleaños.
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