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Dios en el poder
Selene Ríos / Edmundo Velázquez
El ombudsman, se queda
    
Increíble.
Pero cierto.
El Congreso ratificará a José Manuel Cándido Flores Mendoza como presidente de la Comisión de Derechos Humanos del estado.
—¡Noooooooooooo!
—Sí, neto, eh. No es broma.
Como diría nuestra querida Lety Ánimas, “ojalá y esto fuera un cuento”.
Es un hecho, la LVII Legislatura pasará a la historia poblana como la más desinformada, arrastrada y patética de los últimos años.
¿Quién será nuestro ombudsman nuevamente por los próximos años?
Ah, pues tenemos muchos recuerdos de él…
Firmó un desplegado felicitando a Mario Marín Torres por su triunfo electoral en el 2004.
Recién electo, admitió públicamente que no tenía conocimiento alguno en materia de Derechos Humanos.
Violentó la Ley Orgánica de la Comisión de Derechos Humanos del estado al ser un ignorante en la materia y postularse para el cargo.
Sistemáticamente despidió a varios trabajadores, violando sus derechos laborales.
Acosó sexualmente a trabajadoras e incluso despidió a una embarazada.
No elaboró la recomendación por el caso de las mujeres golpeadas en Atempan por la Policía Estatal.
Se declaró fan de Mario Marín Torres, ya en su papel de ombudsman y después del escándalo de la periodista Lydia Cacho.
Fingió demencia en el caso Cacho, e incluso el mismo José Luis Soberanes lo evidenció a nivel nacional por su tibieza para actuar en contra del gobernador Mario Marín.
Ignoró a las organizaciones no gubernamentales que sí trabajan en derechos humanos y las mantiene excluidas de todos los programas y convenios.
Apoyó a organizaciones patito en la materia, tales como: El Carnero Feliz, Flor de Loto Caprino, Productores del Valle de Palmarito, Asociación de Mujeres Periodistas de Puebla, Grupo de Trabajo El Vellocino de Oro de San Cayetano, Jardín Serrano y la mejor de todas ¡Chiquen chen!
Generó encono con las ONG serias y favoreció a otras tantas desconocidas.
Aún no emite la recomendación por el caso del empresario Ricardo Ramírez Rodríguez, pero eso sí, le echó tierra a la procuradora Villeda cuando todo mundo lo hacía.
Y por falta de espacio hasta aquí los ejemplos.
El problema de ratificar a Flores Mendoza como ombudsman no es sólo moral, sino jurídico.
El señor incumple con la misma Ley de la Comisión y los diputados no pueden ignorarlo.
Veamos.
El artículo siete, del capítulo segundo, especifica los requisitos que deberá reunir el presidente de la CEDH.
La fracción tercera establece a la letra: “Poseer título de licenciatura, con experiencia mínima en el ejercicio de la profesión de cinco años y conocimientos acreditables en materia de derechos humanos.”
Pero esta terrible historia continúa.
La presidenta de la Comisión Legislativa de Derechos Humanos, Carolina O’Farril anda proponiendo la ratificación de Flores Mendoza, sin que el Congreso emita una convocatoria.
Sí, la señora insiste en pasarse entre las patas la legislación local.
Y no por cabrona, sino por ignorante.
Zas.
¡Qué triste, diputados!
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