Dios en el poder
Selene Ríos / Edmundo Velázquez
¡Una foto para jugar y halagar!
Querido lector: el rector de la UAP nos envió una fotografía para jugar a “¿Dónde está Wally?”.
El reto que nos impuso con esta imagen es encontrar lo siguiente:
1. El misterioso bigote de Nacho Mier
2. Los chinitos de Arturo Rueda
3. La ceja izquierda de Valentín Varillas
4. El coqueto mostacho de Alejandro Mondragón
5. La oreja izquierda de Rodolfo Ruiz
  
No cabe duda que los políticos son de esa rara especie que a fuerza tienen que estar buscando cómo carambas llamar la atención.
Algunos quesque le hacen a la cantada y se van al karaoke. Otros mueren por dar entrevistas. Otros casi mueren en el Cici en Acapulco. Hay quienes hasta al borracho le hacen para captar atención.
Pero ya empezaron a ser cada vez más originales (¿?).
Ahora los políticos hacen como que escriben.
¡¡¡Sí!!!
Quieren presumir, que sí saben escribir.
Que sí usaron en el kínder el libro de Mis primeras letras.
Que incluso, en una de esas, se echaron Macario de B. Traven cuando comenzaron a sentirse intelectuales progresistas.
Y ahora quieren hacerle al Og Mandino o al Carlos Cuauhtémoc Sánchez.
Vaya, ahora resulta que buscan tener su propio bestseller, al puro estilo de El vendedor más grande del mundo o Volar sobre el pantano o ya de churro ¿Quién se ha robado mi queso?
Charros.
Son cuatro, los ilusos noveles escritores con ínfulas de políticos:
Memito Deloya.
Paco Fraile.
Antonio Sánchez Díaz de Rivera.
René Meza Cabrera.
(El más chistoso es el de Toñito; el más patético el de Meza; el más inútil el de Memo y el más simple el de Fraile.)
Empecemos el conteo.
El libro más inútil de nuestros días será el tecleado por ese gran hombre, Guillermo Deloya, mejor conocido en el ambiente como ¡Memo! ¡Memo! ¡Memo! ¡Memo Deloya!, secretario particular del góber, cuya obra literaria se intitula El México pendiente.
Intenso. Excelso. Misterioso.
¿De qué se tratará?
¿Cuál será el trasfondo de la obra?
¿A dónde arrojará al lector con sus reflexiones?
¿Qué quiere decir con “El México”?
¿Qué implica el “pendiente”?
¿Qué connotación tiene el título?
¿Por qué no lo llamó El pendiente de México?
¿O Pendiente México de Él?
Perdón, lectores, por carecer de esas respuestas, nuestra humilde inteligencia no nos da el estómago suficiente para leer el libro.
¡Qué hueva!
Nosotros también queremos libro
Otro político en miseria que intenta salir en espacios mediáticos —como éste— es el desaparecido, rezagado y de especie extinta René Meza Cabrera.
Fue diputado federal por el PRI y de ahí se pasó al PRD, pero luego se salió y se regresó, pero se volvió a ir y se quedó atorado en alguna dimensión desconocida, desde donde se inspiró para escribir Puebla y su gente. Desarrollo y compromiso.
Iú.
Y lo peor no es el título, sino el tamaño.
¡Son tres tomos!
De pura tortura.
Lloremos.
Bien y de buenas ¿Se les hace conocida la frase?
Sí, adivinaron. Es el libro del eterno diputado-senador y candidato a lo que sea, Francisco Fraile García.
El legislador se quebró la cabeza al encontrar el tema de su libro.
Sus vivencias políticas.
Sus pacoaventuras.
Qué ternura.
Y lo mejor del conteo es la obra de Antonio Sánchez Díaz de Rivera.
Cobija al hombro.
Y contiene: Pensamientos y poesía.
Sí, Toñito decidió inmortalizar sus pensamientos que lo ayudaron a superar la depresión tras la tremenda derrota que sufrió en las urnas el 11 de noviembre de 2007.
Al puro estilo de cualquier poeta maldito, el panista segurito ahoga sus penas de cómo perder una elección con 20 puntos de ventaja y revertirlos en tan sólo tres meses de patética campaña a 20 puntos en contra.
Éste sí es recomendable.
Porque todos adoramos la miseria ajena, o al menos, nosotros sí.
Y por favor, no se pierda la poesía del hombre cuyo apodo es “Platanito”.
No se emocionen, no es el payasito de Telehit, éste es un chistoso involuntario y en vez de maquillaje porta barba de chivito serrano albino.
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