Dios en el poder


Selene Ríos Andraca
diosenelepoder@hotmail.com

15/04/2010


El último suplicio



No tuvo más alternativas.


Su última esperanza brillaba en el candidato del PRI-Verde a la alcaldía.


Estaba dispuesto a todo con tal de mantener su cargo en la Dirección de Vialidad.


Sí, cometió excesos.


Sí, abusó de las mordidas.


Sí, sí, también vendió permisos falsos.


Sí, lo descubrieron.


Pero, ¿quién en su sano juicio no ha cometido ilícitos durante el sexenio?


¿A poco nomás Javier García Ramírez, Valentín Meneses y otros tenían derecho a hacer negocios?


¿A caso, sólo él tenía acceso cerrado a las arcas estatales?


No, no.


La vida no es tan injusta.


Además, estoico soportó la humillación cuando lo degradaron de subsecretario de Seguridad Pública a director de Vialidad.


No se quejó.


No chilló como marrano en los rincones de la administración.


¡Hasta sonrió en las fotografías cuando lo degradaron!


Eso es compromiso con el gobernador.


La gente se burló de él, y Armandititito soportó la vergüenza por su lealtad al marinismo.


A finales del año pasado, el periodista Alfonso Ponce de León reveló que Armando Toxqui vendía permisos falsos desde la Dirección de Vialidad Estatal.


Pocos medios siguieron la historia.


La efervescencia de aquellos días se centraba en el proceso interno priista.




Antes que lo nombraran encargado de los asuntos jurídicos de la Secretaría de Gobernación, Armando Toxqui luchó por mantenerse en la mina de oro de la Dirección de Vialidad.


Como saldo de la batalla resultó con una herida mortal su dignidad.


Let´s see.


El día en que Enrique Doger salió del clóset para gritar a los cuatro vientos que era zavalista, que siempre lo había sido y que lo sería hasta el final de sus días, Armando Toxqui decidió que era el día perfecto para abordar a Javier López Zavala.


Consiguió que Carlos Meza fuera el mediador con el candidato a Casa Puebla.


El candidato caminó a su camioneta saludando a sus “fans”, rodeado de sus operadores.


Atrás Carlos Meza y Armandititito le seguían a paso apresurado.


El líder municipal priista más acostumbrado a las carreritas políticas se le adelantó a Toxquisexual.


—¡Apúrale, cabrón!
—Ahí voy —respondió un Toxqui que hundía la mirada en el piso del estacionamiento.


Sumamente nervioso, sonrojado y apurado, trataba de igualar el paso de Meza.


—¡Te digo que te apures! ¡Órale, pendejo!
—Ahí voy, ahí voy —dijo casi a susurros y mirando a todos lados buscando testigos del maltrato que recibía.
—¡A ver, cabrón, apúrale! ¡Se te va ir, wey!
—Nnno…
—¡Mira, pendejo, así no se puede! ¡Te va a mandar a la chingada por pendejooooooooo!


Por fin los alcanzó.


Armanditito se hizo más pequeño cuando rogó que lo mantuvieran en Seguridad Vial.


Zavala respondió con un: “Sí, lo vemos”.


Ups.


Tres semanas después, estrenó cargo de asuntos sin importancia en Segob.


Snif. Snif.


Al menos aún tiene las uñas puliditas.



 

Por la tranquilidad de las manzanas. En el reino de las frutas fresas e importadas, ayer hicieron tremendo pachangón en honor a Pablo Fernández del Campo. El ocurrente diputado presentó un urgente punto de acuerdo que mejorará la calidad de vida de los productores, de los vendedores, de todas las personas adictas a la sacarina y del Reino de las Frutas.


¡Mordiditas para Pablito!


Afortunadamente, el diputado priista tuvo la gran idea de —tomen aire, mucho aire— presentar un punto de acuerdo para exhortar a la Secretaría de Economía del Gobierno calderonista de analizar la aplicación de la cuota compensatoria de la manzana importada.  


¿Miau?


¡Sí!


En vez de preocuparse por el despilfarro en el Ayuntamiento capitalino para encuestas, del primer lugar en rezago en salud de la entidad, del uso de la estructura gubernamental para apoyar al delfín marinista, el también coordinador de la campaña de Mario Montero se estresa por las manzanas.


Y no por todas las manzanas, nomás por las importadas.


¡Dios!



Haga click aquí para ampliar la imagen
Click en la imagen para agrandar

Que las fallas técnicas, sí eran fallas técnicas.


Que no era un complot contra Mario Montero.


Que mucho menos un boicot.


Que para nada habían surgido envidias entre los zavalistas por los spots de Montero.


Que los productores de Montero cometieron un error.


Que aunque los spots monteristas son mejores, los zavalistas se aguantan en pos de la unidad.


Mi amigo Pepe Tomé envió el martes pasado una serie de documentos del Instituto Federal Electoral para corroborar que fue el organismo electoral el que rechazó los promocionales por las malditas fallas técnicas.


Dejo uno de los documentos que me enviaron.

 

Queda.

 

 

 



 
 

 

 
Todos los Columnistas