Dios en el poder
Selene Ríos / Edmundo Velázquez
¡Espaaaaaaarta!
  
¿Ya vieron 300?
Sí, la película está inspirada en un cómic de Frank Miller, donde se cuenta la historia de la Guerra de las Termopilas en la que Leónidas, el rey de Esparta, con sólo 300 hombres logra derrotar al ejército de Persia.
¿Ya se acordaron?
Pues la película es muy buena, a muchos les gustó por su música, por la gráfica —que por cierto se asemeja mucho al cómic— y pues, por los madrazos.
Adivinen quién es admirador, bueno más bien el superarchirretecontramega fan de la movie.
Van las pistas.
Se llama Francisco. Se apellida Hidalgo Vigueras.
¡Ah, verdad...!
Sí que sí.
¿¡Quién iba a pensar que el secretario de Seguridad Pública y Vialidad Municipal se siente Leónidas!? —Sin comentarios—.
Y no mentimos.
Ya el secretario presume un escudo, tamaño natural —medio hechizo porque creo que es de plástico— de los espartanos.
Ámonos, ¡Y cómo no!
Y por si fuera poco, el secretario también tiene su propio casco de guerra.
¡Naaaaaaaaaaaaaaa!
¡Igualito al de Leónidas!
¡Sí que sí!
Mmm… es de esos cascos que están equipados con un cepillito rojo encima, así como si fuera guerrero romano de La Pasión que se celebra en Iztapalapa.
Así que ya saben, si quieren un buen objeto para la próxima Pasión de Pueblo Nuevo, pídanle su outfit a Hidalgo Vigueras.
Y nuestro Leónidas de San Felipe Hueyotliplan —re’ cerquitas de Rancho Colorado— tan orgulloso está de sus objetos de colección que se los llevó a su oficina.
¡A su oficinaaaaaaaa!
¿Verdad secretario?
Si hasta los presume —la neta me quedé con las ganas de agarrar el escudo porque hasta abolladuras tiene, igual se lo llevó ahora que les pelaron Los Zetas por allá en la 105 Poniente—.
Jajaja.
En fin, no conforme con sus souvenirs de 300, el secretario también se llevó unas espadas bien padres. Rete elegantes. De esas tipo japonés y son como cinco. Ahí las tiene al lado de su escudo y su casco de Léonidas, detrás de su escritorio.
—Nomás que esas sí no me las enseñó. Bueno, ni las quería ver—.
El chiste es que sus espadas son como de Kill Bill.
Fiú, fiú, fiú-fiu —insértese chiflidito—.
Ya las quisiera Uma Thurman para aventarse un round con O-Ren-Ishi.
***
Microhuelga por unas jergas
Hablando de temas de seguridad…
¿Quién creen que anda organizando más paros en la Policía Metropolitana?
Pues su mismo director.
Cómo ven que Óscar López, desde que quedó ardido porque le pusieron encima a Ricardo Koller y a Jesús Morales, anda de amarranavajas con los uniformados.
Dicen por ahí los policías que con ellos siempre quiere quedar bien.
Que les dice que él es el chido.
Que es su cuate.
Que les va a conseguir lo que quieran.
Que es a toda madre.
Pero que los gandallas son Koller y Morales.
El chiste es que ayer por la mañana organizó, él mismo, un paro entre los noventa y tantos elementos de la Metropolitana.
¿Otro paro?
Sí, otro paro.
¿Y adivinen cuál fue el pretexto ahora?
Ahora ya no fueron las pistolas, ni los cascos, ni los uniformes.
Ahora los polis de la Metropolitana se quejaron porque no había jergas.
¡¿Qué?!
Sí, ellos estaban retepreocupados por las señoras de la limpieza, digo, eso creemos, si no, porqué hacer paro.
El chiste es que ya que Koller y Morales se daban topes en la cabeza por el nuevo paro, salió al rescate Óscar López. Quien, por lo menos delante de los otros titulares de la Metropolitana, quedó como el gran operador que deshizo el paro.
La verdad, ya nos dijeron por ahí, es que Óscar López está jugando con los dos bandos.
Tanto con Koller y Morales, como con los uniformados.
No se vaya a quedar como el perro de las dos tortas.
Las felicitaciones. Nuestra compañera Olivia López Pescador se ganó un premio nacional de periodismo en la categoría de prensa escrita. Desde este espacio le mandamos muchos abrazos y unas escandalosas felicitaciones.
Ah y desde hace dos o tres semanas que estamos con que vamos a felicitar a nuestro buen amigo Salvador Ríos, porque fue nombrado jefe de información de El Sol de Puebla.
¡Bravo, rey! —Ese es chiste local—.
A estas líneas se suma Efraín Núñez, por supuesto.
Respuesta al Nene. Jajaja, algunos dijeron que la columna del jueves pasado es la mejor de Dios en el Poder.
Salud, pues.
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