
Marín contra los periodistas
Cambio en la mira. El funcionario marinista Óscar Aguilar González, titular del Instituto Poblano de la Vivienda (IPV), jura y perjura que la próxima semana presentará una denuncia penal por difamación en contra del periodista de esta casa editorial Efraín Núñez Calderón, ya que nuestro compañero se ha dedicado a revelar las inconsistencias del organismo descentralizado a punto de extinción.
Óscar Aguilar asegura que sólo está a la espera de algunas escrituras de las viviendas entregadas durante su gestión para demostrarle a Efraín Núñez que mintió en su reportaje publicado el pasado 23 de mayo.
Efraín Núñez y Edmundo Velázquez publicaron aquel día negro para el marinista lo siguiente:
“Casi 200 millones de pesos es la suma que Óscar Aguilar González ha logrado acumular con la venta fraudulenta del 70 por ciento de más de cinco mil casas que debió entregar a los beneficiarios de sus programas desde 1998, según denunciaron a Cambio fuentes del gobierno del estado, así como personas defraudadas por el funcionario. Como consta en la denuncia 1904/2006 de la Agencia Especializada Anticorrupción por daño patrimonial, Aguilar González, a través de la figura del comodato, ha ido vendiendo a particulares —no beneficiarios del IPV— la mayor parte de las casas que la oficina debió otorgar mediante un proceso de selección a personas de escasos recursos.”
La duda es: Por qué Óscar Aguilar está planeando una denuncia contra Efraín, si el mismo funcionario reconoció en una entrevista publicada también en estas páginas el 24 de mayo que lo dicho por el reportero era cierto y que en efecto, tenía denuncias ante la Agencia Especializada Anticorrupción.
Pero Efraín Núñez no es el único en la mira del marinista. La reportera del portal de internet Status, Pilar Pineda, también podría ser considerada como una de las “difamadoras” de Óscar Aguilar, ya que también publicó sobre el tema.
Efraín Núñez se ha ganado el odio —y nuestro respeto— de los funcionarios marinistas debido a su feroz estilo para reportear, y cómo no pensar que la denuncia de Óscar Aguilar es un mensaje del gobernador Mario Marín Torres, a quien —como ya sabemos— le encanta dar lecciones “para que aprendan unos y otras”.
Será interesante ver la reacción de los medios nacionales y de los líderes de opinión ante el nuevo “coscorrón” que pretende dar el empleado del mandatario poblano.
Y es que un nuevo escándalo sobre represión a la libertad de expresión de parte de Mario Marín o de sus allegados nunca está de más —¿Les suena el nombre de Lydia Cacho?—. Además, al gobernador le vendría muy bien, pero requetebién, ya que últimamente a nivel nacional sólo se habla de la corrupción en la Secretaría de Obras Públicas y de esas mugres adjudicaciones directas.
Tal vez, en agradecimiento Marín cambie de opinión y agregue el nombre de Aguilar González en la lista de los candidatos a diputados del PRI por la vía plurinominal.
—Jajaja—.
De corazón, deseo que Óscar Aguilar lea la reforma al Código de Defensa Social —propuesta por el panista Raymundo García— sobre el delito de difamación, el cuál solamente será efectivo si el periodista ha divulgado mentiras, no verdades, señor.
Ni hablar, pruebas hay y también más casos.
Estamos a la espera y estamos preparados.
Los desmayos en Xicotepec. Una vez que se supo iluminado por el bendito dedo gubernamental, Carlos Barragán Amador, edil con licencia de Xico, organizó tremendo pachangón para despedirse de sus empleados, amigos y colaboradores del Ayuntamiento.
Ya sabrán, serpentinas, confeti, globitos, mariachis, acarreados, molito, tamales, tortillas, refrescos… uff… nomás faltó payaso para celebrar que Javier López Zavala le había dado el sí para lanzarse como candidato a diputado por su distrito —el 26—.
No faltó el ocochal en el piso.
Ni el Querreque… turuturú tun tun, Querreque turuturú tun tun, Querréque…
Y como en toda fiesta de pueblo, los papis del edil estuvieron ahí, acompañando al retoño —¡so sweet!— y, claro, hasta lagrimitas hubo por el éxito del chamaco.
Y a medio baile sonó el teléfono.
Ring, ring.
Carlos Barragán solamente palideció.
“Que siempre no, que ni te registres, dice el señor. Prefiere a René Lechuga”, fue el mensaje que recibió.
Zas.
—¿Qué pasó señor, qué le dijeron?— preguntó su oficial mayor, Macedonio López Jiménez.
—Que… que… mmm… ah… ni me registre— tartamudeó Carlitos.
—¡No ma..!
¡Plop!
El oficial mayor ya no terminó la frase ¡pues se desmayó!
La música siguió, como dicen los profesionales: The show must go on.
El domingo por la mañana salió el sol para Carlitos y recibió su anhelado sí de parte de López Zavala.
El Centro Puebla. Dicen que doña Coral Cañedo ya está amarrando la franquicia de El Centro. Al parecer en unos meses este diario que apenas comienza a circular en Puebla con información meramente nacional ya tendrá su encarte a la poblana.
En el Distrito Federal comienzan a palomear los nombres de reporteros que serán incluidos en el medio, según comentan nuestras fuentes chilangas, será gente en su mayoría proveniente de Cinco Radio.
A la versión nacional se sumarán 16 planas del encarte. Se dice que la edición tendrá el mismo tono y diseño, esperemos, que la versión nacional. Así que la competencia en materia de tabloides se va a poner buena. A cargar pila, no hay de otra.
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