—Cante al ritmo cumbia——Cántese como si fuera Erasmo Catarino—
No contentas con tener a Toño Sánchez en la lona, las vanguardistas de la mercadotecnia política, esas inquietas niñas del Sostén —o sea, la Chayito Robles, la Jiménez Urraca, María de las Heras y compañía…— ahora arrecian el bombardeo para el posicionamiento ante los poblanos de doña Blanquita Alcalá con el apoyo de la cumbia, el pasito duranguense y el nefasto reggaeton.
Y es que no bastó con el desfile del domingo pasado en donde se atascó el Centro Histórico de propaganda, donde mujeres se pelearon por sus blancalindros, sus bolsitas de la Ola Blanca y hasta los niños pidieron la foto con un motociclista idéntico a Ghost Ryder o con el Hombre Araña, que muy héroes muy héroes, pero resultaron priistas.
En fin… No contentas con eso, las sostenientes ahora atacan mezclando a la candidata con la cumbia, el pasito duranguense y en un descuido el reggaeton.
¿Qué? ¿Cómo? ¡Sí, cómo no! Ahora los carros de perifoneo nos atascan con dos rolas bien movidas que tienen como centro a doña Blanca.
Imagínese nomás “La puerta de Alcalá”, esa que cantaban Víctor Manuel y Ana Belén pero en versión cuuuuumbia. Bueno, ahora piense en una adaptación para la priista… de lujo ¿no?
Bueno, no se lo imagine, salga usted a la calle y se topará enseguida con cualquier carro con una mantota con el look a la Colorina de Blanquita musicalizándose con una letra que más o menos dice así:
La puerta de Blanca Alcalá
—Cante al ritmo cumbia—
Mírala, mírala, mírala, viene Blanca Alcalá. Viene a ganar. Todos juntos por Puebla para mejorar. Y vamos a ganar. Con Blanca Alcalá alcanzaremos el progreso que quiero en mi ciudad. Todos merecemos una vida mejor y sólo lo logramos con mucho trabajo Blanca Alcalá es la mejor opción y quiere demostrarlo por Puebla… Ella viene a triunfar…
¿No le gusta la cumbia? Bueno… qué tal las norteñas bien movidas. ¿Qué tal una quebradita? Vaya, ni a Erasmo Catarino, “El Conde de Chalpatlahuac”, se le había ocurrido algo así… Por eso, en vez de ese rolón de “La Manzanita”, chútese esta nueva versión.
La manzanita priista
—Cántese como si fuera Erasmo Catarino—
(¡Ayayay compa… Ahí viene… Blanca Alcalá. Tu primera presidenta municipal!) Ella se llama Blanca Es una mujer priista Será nuestra presidenta porque Puebla ya está lista. Queremos que sea la alcalde. Seguro que cuando gane, cumpliendo con sus promesas, todos vamos p’adelante. Mujer de soluciones, piensa en tu familia. Este 11 de noviembre voten todos por Blanquita. Porque con esas propuestas los problemas se nos quitan. Votemos todos en Puebla, por Blanquita. Votemos todos en Puebla, por Blanquita. Demos nuestro voto, para que ella esté en el mando. Ella es nuestra amiga, la mujer que va a ayudarnos. Como presidenta, ella va a cuidarnos, su nombre es Blanca y ella piensa en los poblanos…
Ah, jijo. Esto es marketing político y no jaladas.
Por eso… por eso, va arriba en las encuestas… por cosas como éstas.
Y si usted quiere cantar con Blanca a ritmo de cumbia y norteña consulte www.diariocambio.com.mx.
Claro, lo que seguimos disertando en esta redacción es si las rolas sirven para dirigir el voto o nada más para posicionar el nombre de Blanquita.
Pensamos que sería más redituable electoralmente que Blanca Alcalá de una vez por todas fijara una postura seria, razonable y sobre todo coherente sobre la confabulación del gobernador Mario Marín Torres con el empresario Kamel Nacif y las autoridades judiciales de Puebla para aprehender y violentar las garantías individuales de la periodista Lydia Cacho Ribeiro.
Es decir, muchos poblanos, esos 30 mil que marcharon el 26 de febrero del 2006 para rechazar las acciones autoritarias y misóginas del gobernador prefieren saber qué piensa la candidata del tema, a escuchar dos nuevas versiones de “La Manzanita” y de “La Puerta de Alcalá”.
Creemos que la respuesta de “Es un tema de la Corte” es cobarde y pueril, para una candidata que ha demostrado tolerancia, apertura y calidad política en su carrera política.
Y es que si los resultados de las encuestas son el reflejo de la realidad, el próximo 11 de noviembre en la noche, Puebla tendrá a su primera alcaldesa.
Y es sumamente inaceptable que la primera mujer que gobierne la capital no tenga una opinión certera sobre el ataque que sufrió una periodista por revelar la red política de pornografía infantil y pederastia —ejes de la campaña de Alcalá, defensa de los derechos humanos y la protección a niños y niñas—.
Durante el tiempo de la campaña, Alcalá ha sabido esquivar el tema, pero muchos de nosotros estamos urgidos por saber su opinión respecto al gobernador Mario Marín y su maltrato a la libertad de expresión y al oficio del periodismo.
¿O acaso, Blanca, no has hablado de la loable labor de las mujeres en la actualidad?