DONDE LA LEY TERMINA, COMIENZO YO
Maritha Amescua
¿Puebla blindada contra la delincuencia?
“El que quiere ser tirano y no mata a Bruto
y el que quiere establecer un Estado libre
y no mata a los hijos de Bruto,
sólo por breve tiempo conservará su obra.”
(Nicolás Maquiavello)
Renuncia insospechada en la noche del lunes nos despertó con la incertidumbre del rumbo de la Seguridad Pública de nuestro país. Son varias las lecturas que podemos hacer de esta renuncia de Campa que se va sin decirnos adiós ni porqué y me parece que los ciudadanos nos merecemos respuestas a todas nuestras dudas.
Roberto Campa Cifrián excandidato a la presidencia de la República en las elecciones del 2006 por el Partido Nueva Alianza, asumió el cargo como Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública; durante su encargo hemos visto el inicio de acciones importantes como lo son la profesionalización de la Policía Federal, ha dirigido todos los esfuerzos del FOSEG y del SUBSEMUN me parecía que de una u otra forma, exitosamente; sin embargo renuncia y vea el porqué de mis cuestionamientos.
Hace algunos días luego de la tremenda sacudida que vivimos todos los mexicanos con la muerte de Fernando Martí, todos los dormidos despertamos exigiendo mayor seguridad (como si no sufriéramos ya los excesos de la delincuencia desde hace varios años). México Unido contra la Delincuencia de pronto se convirtió en el vocero oficial de los ciudadanos y exigió a nuestras autoridades menos grilla y más acción en el combate contra el crimen organizado. De dicha exigencia surgió la reunión del Presidente Calderón con los 31 Gobernadores de los Estados que conforman nuestra basta geografía y el Jefe del Distrito Federal, presentes también funcionarios de distintas dependencias, miembros de la sociedad civil y asociaciones religiosas de la cual surgieron brillantes puntos de acuerdo -algunos de los cuales le comenté en mi columna de la semana anterior- que en realidad no son más que un recalentado de por ejemplo las “Estrategias y Acciones del Programa Nacional de Seguridad Pública” del 25 de Agosto de 1998 del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de también las Bases de Operación del Subsidio para la Seguridad Pública de los Municipios (SUBSEMUN), y de muchos otros programas de Seguridad Pública que se han escrito en nuestro país. Sin embargo, comenzamos a ver frutos, aún y cuando fueran pocos y muy pequeños algo había comenzado a trabajarse con Campa al mando del Sistema Nacional, así que quizá ahora mi amable lector Usted comprenderá mi desasosiego o inconformidad ante tal situación. Nos dicen que la respuesta para devolverle la Seguridad Pública a nuestro país son justamente las acciones que encabezaba Campa y ahora me dicen que hay cambio de líder de proyecto; aún y cuando hemos reconocido que las acciones que pretendemos tomar son harto difíciles y complicadas y que necesitan una maquinaria bien preparada, justo ahora que Campa y su gente comienzan a tomar práctica en aplicar Evaluaciones de Control de Confianza a policías federales, estatales y municipales, en capacitarlos y profesionalizarlos, en coordinar a Estados y Municipios en esfuerzos homologados, es que recibimos este golpe bajo. Ahora emprenderemos las mismas acciones pero bajo el mando de otra persona que independientemente de su capacidad con toda seguridad y al más viejo estilo mexicano llegará a remover funcionarios de primer nivel e implantar cambios que probablemente nos beneficiarían pero cuyos resultados no comenzaremos a ver en otros dos años cuando seguramente despertaremos otra mañana con la noticia de que ha renunciado.
Seguimos dándole vueltas al asunto de la seguridad pública en México y no lo enfrentamos como debe ser; ó atreviéndome a hacer una lectura mucho menos afortunada y arriesgada que la anterior es quizá que lo que no queremos es enfrentarlo y por eso damos tantas vueltas o peor aún que el ex secretario Campa habiéndolo enfrentado, se hubiere visto amenazado de alguna forma y por eso su renuncia; pero sería imprudente de mi parte pensar algo así por lo cual me limito a exponer mi descontento ante dicha renuncia.
Renuncian los que no deberían y los que quizá deberían no lo hacen; y lo que pasa es que mire Usted, estoy realmente sorprendida desde hace algunos días en los que escuché al Secretario Hidalgo Vigueras y algunos legisladores asegurar que Puebla es una “ciudad blindada” contra la delincuencia. La sorpresa es debido a que se de la gran experiencia y capacidad de Hidalgo Vigueras en materia de Seguridad Pública; sin embargo en mis pocos años de experiencia en estos temas si algo he aprendido, es que un buen gobernante jamás se duerme en sus laureles y mucho menos minimiza a su adversario. Una Ciudad –ni la más segura del mundo- está blindada contra la delincuencia, incluso afirmar algo así me dice todo lo contrario, mucho más cuando cada día la nota roja nos escupe cientos de notas de secuestro, robo a mano armada, asalto a bancos, homicidios, etc. Si de verdad fuéramos una “ciudad blindada contra la delincuencia” nuestro centro de readaptación social no estaría tan poblado como hoy se encuentra, ni siquiera necesitaríamos uno. Es más, para concluir pronto con mi punto ni siquiera el “sello de ciudad” (operativo que funciona en cada frontera de nuestra Ciudad) funciona 24 horas, es decir que durante la noche el sello no existe así que cualquier delincuente podría entrar o salir y las autoridades ni en cuenta; así que si ni siquiera tenemos esta seguridad con el “sello de ciudad” ¿cómo es posible que aseguremos con tanta irresponsabilidad que estamos blindados contra le delincuencia?
Ésta declaración más que darnos paz y tranquilidad a los ciudadanos nos alerta al igual que la declaración de Hugo Isaac Arzola al decirnos que muchos policías judiciales se irán luego del proceso de Evaluación al que sean sometidos en la Federación (hasta ahí todo iba bien) mismos que ya se les han aplicado a nivel Estatal en varias ocasiones. Es decir, que no solo supone que muchos policías no pasarán las evaluaciones sino que está seguro ¿Por qué no aprobaron las que se les aplicaron a nivel estatal? ¿Y aún así siguen ejerciendo como policías judiciales? Son ellos nuestra policía investigadora? Los que por mucho tiempo han sido sometidos a evaluaciones de control de confianza y no han aprobado.
Este es nuestro país, el mismo que recibe con agrado marchas de blanco en las que sin saber, sin sospecharlo llevaron en sus olas de gente muchos de los delincuentes que tienen secuestrada nuestra paz, nuestro desarrollo, nuestra vida digna y la gobernabilidad de este México; el mismo agrado con el que recibe la renuncia de un funcionario que sin que nosotros lo sospechemos estaba trabajando arduamente en lo que hoy llaman el hito de la seguridad, el gran descubrimiento de lo que nos hace falta para avanzar y salir de las mazmorras en las que hemos sido olvidados nosotros los ciudadanos.
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