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Duelo de Espadas

Edmundo Dantés

GANADORES Y PERDEDORES

Es una costumbre entre en los medios periodístico-político hacer proyecciones y prever escenarios. Es una actividad normal, que en la actualidad es cada vez mas complicada, ante la dificultad de proyectar resultados electorales y lo rápido que se modifican los contextos.

Sin embargo, si es posible proyectar quienes serian los ganadores o perdedores con el resultado del domingo. Lo que todas las encuestas avisan es que Blanca Alcalá tendría un triunfo que le permitirá superar la embestida jurídica y mediática con que el PAN acostumbra ensuciar cada elección que pierde.

Es probable que el PRI gane por un porcentaje cercano al 5% o 7% , esto le quitaría sustento a las impugnaciones legales panistas, sobretodo cuando Felipe Calderón Hinojosa “gano” la elección del 2006 con una diferencia mucho menor y el blanquiazul se aferro a esta victoria bastante discutible.

Queda claro que la victoria le permitiría a Alcalá Ruiz no solo hacer historia como la primera presidenta municipal de Puebla, sino conformar un grupo político y dar un brinco importante en la contienda por la candidatura del PRI del 2010. Sin embargo deberá enfrentar el reto de gobernar una ciudad demandante y manejar sus relaciones con un gobierno estatal que en la mayoría de las ocasiones quiere subyugar, en lugar de conjuntar esfuerzos.

La victoria del PRI consolida al gobernador y puede interpretarse como una prueba real de que la ciudadanía ya olvidó el caso Cacho y que su administración es aprobada por la mayoría. Una victoria priista forzaría a Beatriz Paredes a continuar defendiendo al mandatario y la consolidaría como una dirigente nacional muy exitosa en el rubro comicial.

Valentín Meneses Rojas se confirmaría como líder del PRI estatal, porque la victoria en la ciudad mas difícil de ganar, cuando todo hacia pensar que se cosecharía una derrota, seria una muestra fehaciente de que logro construir un liderazgo basado en los acuerdos, en los consensos y en la inclusión. Pese a que Meneses Rojas no llegara al congreso, el triunfo de Alcalá Ruiz seria un premio mucho mayor que una curul, sobretodo tomando en cuenta que ni siquiera estaba contemplado para ser presidente de la gran comisión.

El edil Enrique Doger Guerrero podría considerarse como uno de los triunfadores adjuntos de una victoria priista, porque seria el primer alcalde del tricolor en entregar la estafeta a un correligionario, desde que lo hiciera Marco Antonio Rojas Flores a Rafael Cañedo Benítez en la prehistoria política, cuando no había una competencia real. Así como Mario Marín, superaría a Manuel Barttlet y a Melquíades Morales al encabezar al PRI en una contienda intermedia, Doger Guerrero lograría lo que Rafael Cañedo Benítez, y el propio gobernador no lograron como munícipes: dejar  en el palacio a alguien de su mismo partido.

Tampoco los panistas Gabriel Hinojosa y Luís Paredes Moctezuma pudieron dejar en manos del albiazul la alcaldía. La derrota del PAN tendría un valor especial para un alcalde a quien el mismo blanquiazul obligo a involucrarse en la contienda al basar su proselitismo en la descalificación al ayuntamiento.

Jorge Estefan Chidiac, José Luís Flores Hernández y Carlos Meza Viveros, como representantes de lo que fue la corriente bartlista y apoyadores de Blanca Alcalá, se verían beneficiados al formar parte de una corriente política relegada en 1998, pero que retoma su importancia.

De manera indirecta, los panistas Ana Teresa Aranda (principalmente), Humberto Aguilar Coronado, José Luís Galeazzi, Josefina Vázquez Mota, entre otros, verían incrementadas sus posibilidades de ser candidatos del PAN a la gubernatura, porque la caída de Antonio Sánchez implica que la contienda panista se abre a todos los actores no solo al elegido del yunque.

LOS PERDEDORES

Además de Antonio Sánchez, una derrota panista dejaría varios damnificados empezando por quienes impusieron su candidatura: Rafael Micalco, Jorge Elingher, Ana Maria Jiménez y el resto de títeres del yunque, que recurrieron al fraude interno para excluir a la candidata natural del PAN a la alcaldía, Ana Teresa Aranda.

Otro perdedor en la contienda es Rafael Moreno Valle Rosas, porque el propio Antonio Sánchez lo acuso de traición y este calificativo podría pesarle mucho a la hora de enfrentar una contienda interna. Sin embargo, le queda la opción de ser el candidato de la alianza PAN- PANAL  en el 2010, sobretodo ahora que la nominación puede no estar tan peleada por el mal resultado en esta elección intermedia.

Enrique Agüera Ibáñez puede convertirse en un damnificado del triunfo priista, ya que le apostaba a una victoria del PAN para ostentarse como un candidato de la sociedad civil, que puede representar al PRI sin cargar con el estigma del priismo tradicional.

Pero la posible victoria de Alcalá Ruiz demostraría que el tricolor no necesita figuras externas para triunfar, no siquiera en la ciudad más difícil de ganar en el estado.

Aunque Agüera Ibáñez tenga una poco conocida y mucho menos proclamada militancia priista por haber sido dirigente de la fundación Colosio en 1995, se ha desvinculado del partido, se le percibe cercano al panismo y su apuesta de ser él (aspirante ciudadano) sufriría un gran contratiempo al demostrarse que el partido sigue siendo capaz de ganar elecciones en las condiciones mas difíciles.

Por el contrario, una victoria del PAN, posibilidad que no debe descartarse del todo, le daría a Antonio Sánchez directamente la candidatura del PAN a la gubernatura y se convertiría en un obstáculo para la carrera política de quienes se beneficiarían con la derrota panista.