Duelo de Espadas


Edmundo Dantés

17/07/2009

Sucesión amañada


No es casualidad que el mismo día en que el gobernador Mario Marín Torres trata de tirar línea, para excluir de su sucesión a quienes le son incómodos y allanarle el camino a su delfín Javier López Zavala, el secretario técnico del Consejo Político del PRI, José Alarcón Hernández (nota de Milenio, jueves 16 de julio), diga que para el 2010 habrá “candidato de unidad”, anulando de facto la posibilidad de una consulta a las bases y adelantando que se intentará imponer al favorito del mandatario.

 

Llama la atención que el precandidato del gobierno estatal, Javier López Zavala, se niegue a disputar una contienda interna mediante la consulta a las bases, cuando se la ha pasado presumiendo que el 5 de julio ganó él – no el PRI – y que cuenta con la mejor estructura electoral del país.

 

También es obvio que en los próximos días correrá mucha tinta sobre la declaración marinista de que solamente 4 priístas pueden aspirar a gobernar el estado y que 2 de ellos (Alejandro Armenta y López Zavala) son de su grupo. No es extraño que Mario Marín diga esto, porque desde que comenzó su gestión ha mantenido una visión patrimonialista del gobierno y ha hecho todo, para dejarle el puesto a Z.

 

Además, es claro que incluyó a Jorge Estefan Chidiac en la lista de los presuntos “4 fantásticos” solamente porque el diputado federal no figura en las encuestas y, por lo tanto, no representa peligro alguno para Zavala, aparte de que el ex Contralor de Manuel Bartlett ha externado que el gobernador puede manejar a placer su sucesión.

 

La inclusión de Blanca Alcalá se debió a su buen posicionamiento en las encuestas, mientras que las exclusiones de Enrique Doger Guerrero y Jesús Morales Flores reflejan las animadversiones personales y políticas de quien hoy habita Casa Puebla y pretende estar en ella otros 6 años.

 

Marín Torres cree que Puebla le pertenece, la ve como su patrimonio personal, sobre todo después de las pasadas elecciones federales y esto no es novedad. Lo que sí es notorio es que el propio Marín haya excluido a varios de sus colaboradores cercanos, como Valentín Meneses Rojas, Enrique Agüera o Mario Montero Serrano, quienes ayer ratificaron que el único marinista por el que el gobernador se preocupa realmente es López Zavala.

 

Una vez que Marín Torres abrió sus cartas y confesó ante los periodistas que desayunaron con él que en los días siguientes hará publicar “encuestas” – desde luego cuchareadas - que ponen arriba a López Zavala, corresponderá a los demás priístas (Jesús Morales Flores, Alberto Amador Leal, Enrique Doger Guerrero, Alberto Jiménez Merino, entre otros) decidir si aceptan el nuevo “marinmato” o lo evitan.

 

El gobernador tiene derecho a hacer su juego y, tal vez, a tratar de imponer su marinmato, pero no es el único jugador en la cancha y falta ver cómo reaccionan los demás. Hasta el momento, los grupos del PRI poblano externos al marinismo se han mostrado temerosos, timoratos, demasiado cautelosos, sin entender que no se les invitará amablemente a entrar a la sucesión y que, por lo tanto, esa puerta deben derribarla a la fuerza.

 

Si los priístas que no forman parte del marinismo siguen acatando dócilmente las instrucciones del mandatario, seguirán quedándose con un palmo de narices, porque la sucesión está más amañada. Y mientras tanto, el PAN disfruta lo que puede convertirse en una batalla campal priísta, que podría convertirse en el preámbulo de la entrega del poder.

 

Estocadas

 

  • Llama la atención que el secretario de Gobernación federal, Fernando Gómez Mont rechace tan airadamente un pacto con el narco, diciendo que la administración de Calderón Hinojosa no pacta con delincuentes, cuando todos los mexicanos que primero como candidato y ahora como supuesto titular del Ejecutivo federal sí ha pactado con varios grupos de la delincuencia organizada.

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  • Veamos: el mismo Felipe Calderón Hinojosa que como virgen de medianoche se espanta del pacto que le propusieron los narcos, es el que tiene un pacto de co gobierno con Elba Esther Gordillo y Romero Deschamps, dos de los representantes sindicales más corruptos y negativos en la historia del país.

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  • Por si fuera poco, Calderón Hinojosa mantiene pactos de impunidad, contubernio y complicidad con varios gobernadores priístas y perredistas conocidos por haber incurrido en actos de represión, abuso de autoridad o tráfico de influencias, como Ulises Ruiz, Leonel Godoy, entre otros.



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