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Duelo de Espadas


Edmundo Dantés


PRI, BUENA CANDIDATA Y, MAL PARTIDO; PAN, LO CONTRARIO

 

Con el mismo doble lenguaje que manejó su mentor Luis Paredes Moctezuma durante todo el trienio, Antonio Sánchez Díaz de Rivera juega con las palabras y miente abiertamente tratando de salir del embrollo en que él mismo se metió con el tema de la alcaldía trampolín, ya que sigue sin comprometerse a no dejar el cargo en aras de buscar la gubernatura.

 

Aunque los priístas padecen un preocupante autismo que los lleva a no aprovechar los múltiples errores de su adversario político, lo cierto es que Antonio Sánchez sigue sin comprometerse a que él finalizaría el trienio, ya que su única promesa es que la  administración panista siga vigente durante los tres años, sin que ello implique que el primer regidor se mantenga en su cargo.

 

En pocas palabras, lo que está diciendo es que, de ganar, seguiría el camino de Luis Paredes Moctezuma y en el último lapso de su gestión se dedicaría a la campaña por la gubernatura y dejaría botado el ayuntamiento, como ocurrió hace tres años. En pocas palabras, Antonio Sánchez no ha desistido de su intención chapulinesca y le apuesta a la estupidez colectiva, para hacer olvidar su confesión.

 

Las preocupantes similitudes entre Paredes Moctezuma y Antonio Sánchez no solamente consisten en la soberbia de creer que pueden engañar a la ciudadanía con su doble lenguaje, sino también en los proyectos para la ciudad, como lo ha reconocido el candidato del PAN al revivir chifladuras, ocurrencias que solamente demuestran que carece de una propuesta sólida, real y seria,

 

Por ejemplo: al finalizar su trienio, el ex edil publicó en sus medios incondicionales que Vicente Fox le había “autorizado” el programa del Metrobús y que, incluso, ya se contaba con recursos para comenzarlo. Poco tiempo bastó para que se comprobara que era una nueva tomadura de pelo y que la federación ni siquiera estaba enterada del tema.

 

Ayer, Antonio Sánchez revivió el asunto del Metrobús y el problema no es que la propuesta en sí misma sea mala, sino que es solamente el remix de un delirio paredista, carente de bases, ya que se carece de los recursos necesarios para concretarlo y el candidato lo sabe, pero ante los cuestionamientos de la gente por su falta de propuestas recurre al mundo de la ilusión y el engaño.

 

Esto confirma lo que se dijo desde la contienda interna del PAN: Toño Sánchez es un mal candidato que tiene una buena “marca”, aunque dicha “firma” solamente se califique porque sus dos rivales más cercanos, el PRI y el PRD, arrastran un desprestigio mayor. Sin embargo, no se puede dudar que si el albiazul gana será a pesar de Antonio Sánchez

 

En el priísmo se vive una situación similar y, al mismo tiempo, contrastante, porque las mediciones indican que Alcalá Ruiz es una buena contendiente, que hasta entre los empresarios (siempre proclives al PAN) obtiene calificaciones mucho más altas que Sánchez Díaz.

 

Blanca Alcalá ha remontado posiciones en la contienda, pese al PRI, que le estorba en todos los sentidos, tanto por el desprestigio histórico del partido como por las divisiones internas que no cesan. Aunque es cierto que su campaña es gris y no ha logrado motivar ni siquiera a los priístas, también lo es que proyecta una imagen de sensatez, seriedad y sentido común que la hacen mucho mejor aspirante que su rival más importante.

 

El problema para la aspirante del tricolor es su partido, que arrastra una leyenda negra  ante la sociedad y que carece de una dirigencia municipal sólida y realmente comprometida con la campaña. Humberto Vázquez Arroyo no se aparece por el PRI municipal desde mediados de la semana, lo que demuestra su desinterés por la campaña.

 

Por si fuera poco, la falta de un equipo político sólido la ha llevado a que su labor proselitista deje mucho qué desear, porque no ha logrado informar a los votantes qué les propone y cómo lo concretaría, tampoco aprovecha los continuos errores de su adversario y ni siquiera ha alcanzado la unidad interna.

 

El propio dirigente del PAN municipal, Jorge Ehlinger Coghlan. lo ha insinuado en sus ruedas de prensa: que Antonio Sánchez es un mal candidato y solamente aspira a ganar por la “marca”, mientras que Blanca Alcalá tendría el triunfo resultado asegurado si no representara al PRI.

 

Este panorama electoral es similar al de hace 3 años cuando el tricolor ganó gracias a una buena dupla de candidatos (Mario Marín y Enrique Doger) y el PAN se fue al vacío, pese a que antes de la campaña aspiraba a ganar no solamente la gubernatura, sino hasta la mayoría en el Congreso local, pero su debacle se generó por la imposición de dos aspirantes ampliamente cuestionados y rechazados interna y externamente (Francisco Fraile y Pablo Rodríguez).

 

Hoy, aunque parece que la historia podría repetirse, la más importante dificultad para Blanca Alcalá es su falta de equipo, de cohesión, de mensaje y de presencia ante los ciudadanos, ya que su propia campaña arrastra fallas graves que solamente ella puede corregir.



 

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