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Invitado Especal
La Quintacolumna


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Zavala vs el PRI

Hace pocas semanas, en este mismo espacio se alertó que la candidara de Blanca Alcalá Ruiz podría ser dinamitada por algunos priístas más preocupados por su proyecto político personal que por el futuro electoral de su partido o por servir al gobierno en que se desempeñan.


Hoy este contexto de traición interna comienza a concretarse con varias acciones de Javier López Zavala, quien no solamente no contribuye a fortalecer al PRI, sino que – incluso – parece empeñado en impedir que el tricolor tenga una mínima posibilidad de victoria.


Una de ellas es la contribución del zavalismo al gran desorden que prevalece al interior del equipo de Blanca Alcalá Ruiz, que cada semana cambia o nombra a un nuevo jefe de Prensa y sigue sin mostrar una propuesta política y discursiva sólida, sin que la candidata o el coordinador de la campaña, el zavalista Juan de Dios Bravo, pongan orden y cohesión a la misma.


Y aquí cabe la pregunta de si las fallas y omisiones de Juan de Dios Bravo se deben a incapacidad o a la intención de su ex jefe de no dejar que Blanca Alcalá compita por la alcaldía en términos reales, para impedir que – en caso de ganar – se convierta en candidata natural a la gubernatura.


Otro daño directo a la planilla del PRI en la ciudad es el retiro de la candidatura de Gabriel Hinojosa por el partido Alternativa. De confirmarse lo publicado por varios columnistas bien informados, en torno a que el secretario de Gobernación de Puebla ayudó a Alberto Begné a dar el golpe de estado vs el ex edil panista, quedaría más que claro quién es el supuesto operador priísta que pone piedras en el camino de su partido.


La inclusión de Hinojosa Rivero en la contienda solamente podría restar votos al PAN, no al PRI, por ende, cualquier maniobra contraria fortalece a un blanquiazul, que hoy se encuentra más dividido que nunca, pero que está recibiendo apoyos externos que le allanan una contienda electoral de por sí favorable.


Además, es evidente que López Zavala mantiene una alianza de facto con el Yunque enquistado en la cúpula de la IP en su campaña de linchamiento mediático y político contra el actual ayuntamiento de Puebla. El secretario y sus múltiples voceros están empeñados en minar una de las pocas fortalezas del PRI en el municipio: la buena calificación ciudadana a la gestión dogerista.


Es entendible que Juan José Rodríguez Posada, Luis Mora Velasco, Guadalupe Garfias y José Antonio Garay Orea, dirigentes del CCE, Coparmex, Canirac y Canaco, respectivamente, se opongan al proyecto de los parquímetros - pese a que probablemente toque al próximo ayuntamiento panista administrar los recursos que genere el programa - ya que están haciendo campaña por el PAN, como los órganos cúpula han hecho durante décadas, no sólo en Puebla, sino en la mayoría de estados del país.


Sin embargo, el hecho de que el secretario de Gobernación y sus mensajeros mantengan una campaña permanente de descalificación y denostación contra el edil Enrique Doger y su gestión, no sólo fortalece al PAN, sino que genera un entorno social y político adverso a la planilla priísta y alienta el divisionismo interno.


Los excesos del funcionario lo han llevado a condenar la colocación de parquímetros, pese a que desde hace más de un mes el diario nacional Milenio difundió que su instalación cuenta con el aval del propio gobernador Mario Marín. Esto quiere decir que López Zavala arremete contra un proyecto respaldado por su jefe.


Otro hecho concreto con que el funcionario estatal atenta contra el PRI es el azuzamiento de grupos priístas para que ataquen a Valentín Meneses Rojas, como lo hizo el precandidato por Tehuacan Jesús Hernández Barbosa, quien recibió el visto bueno de López Zavala y, con ello, se sintió seguro de obtener la postulación.


Es obvio que la inoportuna felicitación del secretario a Hernández Barbosa generó confusión y alentó el malestar del precandidato contra Valentín Meneses Rojas. Lo mismo ocurrió cuando el funcionario apoyó a su allegada Libertad Aguirre Junco por el distrito V cuando está emprendió una guerra de descalificaciones personales contra Julieta Marín Torres, quien respaldó a otra aspirante que finalmente se quedó con la postulación, Mallinali García.


Incluso, las evidencias políticas apuntan a que el secretario tiene una alianza coyuntural con el senador y precandidato del PAN al gobierno, Rafael Moreno Valle Rosas, ya que ambos alentaron en el distrito II la imposición de Angélica Hernández (hermana de Claudia Hernández, la incondicional morenovallista diputada local por el PRI, pero con una práctica política más cercana al PAN que al tricolor).


La guerra de López Zavala contra Enrique Doger, Blanca Alcalá y Valentín Meneses tiene claros tintes electorales futuristas, porque él es el único precandidato autodestapado para la gubernatura del 2010 y trata de allanarse el camino eliminando a quienes considera como posibles rivales con una derrota priísta en los comicios intermedios. 


El problema que el funcionario no quiere o puede ver es que un priísmo en picada no le servirá a nadie, ni a él mismo, en la sucesión estatal del 2010, cuando el partido deberá enfrentarse a una federación panista, a un IEE totalmente empanizado, a su propio desprestigio, a un gobierno estatal de salida y a un edil de Puebla emanado del PAN e investido como candidato del mismo partido.


Estocada
Quienes lo conocen saben que Enrique Chávez Estudillo, el Kío, secretario de Administración del ayuntamiento de Puebla y uno de los funcionarios municipales más cercanos al presidente Enrique Doger Guerrero, no dejará la dependencia para ser candidato a regidor, si no es incluido en los primeros cinco aspirantes en la planilla del PRI. Es probable que sus compañeros de gabinete asuman la misma postura.

 

 

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