Por las entrañas del poder
Jesús Ramos
04/07/2011
Moreno Valle vs Myriam Arabian en 2012, Kramer contra Kramer
El caso de Myriam Arabian demuestra en su cruda realidad para lo qué sirven los gobiernos en este país: para hacer proselitismo desde oficinas públicas. El compromiso con los más necesitados es un mero espejismo en las arenas del desierto, los funcionarios seleccionan las áreas político-administrativas más rentables y desde ellas tejen procesos electorales.
Así se las gastan los políticos mexicanos. ¿Y los pobres? ¿Y los más necesitados? Ellos, son el combustible de la retórica, nada más. A decir de los enterados, Myriam dejó la Sedeso por diferencias sustanciales con Fernando Manzanilla y Néstor Gordillo; los unos, limitaron el accionar de la otra, no la dejaron maniobrar a favor del PAN desde su regreso, luego del pleito legal.
Poniendo los puntos sobre las íes, ¿y por qué tendrían que dejarla operar a favor del PAN si no se manda sola? Se entiende pues que el número uno de la política poblana se llama Rafael Moreno Valle y qué él sabrá cómo, cuándo y desde dónde se apoya no solo a AN sino a los partidos que le vengan en gana, sean o no de la Coalición Compromiso por Puebla, y después del número uno, viene el dos.
Esa, es la premisa de la que hablamos de para qué sirven las dependencias de gobierno si no para hacer política. ¿Alguien se asusta? No debería hacerlo, no. Myriam, según se sabe, habría expuesto a Felipe Calderón su impedimento para favorecer con los programas sociales al PAN de cara a las elecciones de 2012 y Calderón le habría brindado protección y apoyo a cambio de asegurarse de que los programas federales en efecto sirvan de veleta a su instituto en los comicios venideros.
Lo que parece ficción o fantasía, tiene cierta lógica, con Myriam de delegada en Puebla de la Sedesol, el presidente de la república se asegura de que “el recurso” no lo utilice el gobernador a favor de algún candidato que no sea panista. ¿Qué sabrá Calderón que no sabemos nosotros acerca de Moreno Valle? ¿Por qué tanta desconfianza si Rafael se supone es panista?
El planteamiento más bien sería, ¿qué le habrá dicho Myriam de Moreno Valle como para que después de ser aparentemente enemigos –a propósito del Yunque- ahora se la ponga de marcadora oficial o de grillete? A ese grado ha llegado el pragmatismo en nuestro país. Los partidos ya no se fían ni de los de dentro. Es de imaginarse que en este embrollo Calderón sabe que Rafael apoyará en las federales del año entrante al que le indique Elba Esther Gordillo y no a quién él disponga.
Para eso, precisamente, Myriam fue movida a la delegación de Sedesol federal, para contener, equilibrar y asegurar que el apoyo llegue al panismo y a sus candidatos desde las dependencias federales en 2012. No sea que en una de malas, los programas calderonistas terminen por incentivar la energía de Enrique Peña Nieto, lo que sería una verdadera desgracia.
La utilidad de las dependencias públicas en los procesos electorales ni siquiera debe estar a debate. Todos, usted, yo, doña Petra, Juanito el paletero, todos, sabemos para lo que sirve la Sedeso y el aparato de gobierno en sí. Y ni Myriam ni Manzanilla ni Gordillo ni Moreno Valle ni Calderón deben sentirse aludidos –con todo respeto- porque lo mismo hacen los gobiernos priistas y perredistas. Tontos serían si no lo hicieran.
Aquí la idea estriba en que lejos de lo que creen, la gente ya se da cuenta de lo que hacen con los recursos del pueblo, si no favorecer a los partidos políticos de su conveniencia por mucha honradez y pulcritud, aunque le pongan mucha crema a sus tacos, alardeen a todo pulmón en los discursos de transparencia. Puede no faltar quién diga que la renuncia de Myriam fue por despecho. No lo creo, Myriam es una operadora nata de la política, una especie de Kramer al servicio de Calderón.
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