Por las entrañas del poder


Jesús Ramos

07/11/2011

 

¿Una ley de la vasectomía nos pondría a mano con las mujeres?


Si los hombres le enmendaron la Ley del aborto a las mujeres no estaría de más que las mujeres hicieran lo mismo con los hombres en una Ley de la vasectomía que también sirva de algo para contener los embarazos no deseados porque en eso de la reproducción dos son los componentes determinantes de la vida: un óvulo sí, pero también un espermatozoide.


Bonito papel el del hombre que sanciona, condena, regula y sataniza la conducta de la mujer por interrumpir un embarazo no deseado, he ahí a don Norberto Rivera y a don Víctor Sánchez, ¿pero y al hombre quién lo regula y condena? Dice Schopenhauer –maestro literario y de pensamiento de Borges- que a eso que se llama amor no es otra cosa que el sentido de la especie y el deseo sexual es un instinto avasallante.


El ilustre y elegante filósofo alemán enmarca su tesis biológica en el amor y en la reproducción, pero en México podríamos enmarcarlo en la calentura y el descuido si de embarazos mal calculados se trata. Lo malo de esa calentura y de ese descuido es que por costumbre machista se la endilgamos completita -nosotros los hombres- a las mujeres como si fuesen autosuficientes en hacer el pedido.


No estaría de más que en la primera paternidad no calculada del hombre un juez lo sancionara con atención psicológica, trabajos comunitarios y el pago de una multa de equis cantidad de dinero que como servicio mecánico automotriz sirviera para arreglarle el termostato. Si reincide se le meta a la cárcel con el método Kamel-Marín: con los locos y los tortilleros. Y si volviera a reincidir de plano se le aplicara la vasectomía.


La enmienda a la Ley del aborto recién aprobada en el Congreso del Estado por nuestros galopantes diputados tiene particularidades sobresalientes. No toma en cuenta la opinión de las mujeres, tampoco la de los médicos y si la de la santa madre iglesia como acreedora de la moral y ética universal.


Debo imaginar que cuando la iglesia, por decir, supo que el padre Maciel tenía mujeres embarazadas por docenas no lo pensó dos veces: privilegió la vida… y el silencio de conveniencia. De las violaciones a infantes de ese monstruo Maciel otro día hablamos; pero aquí, lo que llamó la atención fue que esos galopantes diputados fueron contagiados precisamente de ese pensamiento retrógrada y mocho que sataniza, acusa, señala y sanciona con exclusividad extrema a la mujer en el asunto reproductivo y se desentiende por completo del hombre.


No estuvo mal la enmienda hecha a la Ley del aborto pero puede estar mejor o cuando menos tener un refuerzo, como las vacunas contra las enfermedades, si se incluyera la opinión de las mujeres, médicos y además se reforzara con una iniciativa de Ley de la vasectomía que segmente a los hombres en Light y enteros para contener de a de veras los embarazos no deseados.


Un código de barras con información proteínica portado por el hombre que distinga al Light del entero sería un indicador valioso para las mujeres; no habría excusa, entonces, para seleccionar al dangerous o inoffensive,   el embarazo o el destrampe; y si eso fuera posible, tengan por seguro que la escandalosa Ley del aborto sería obsoleta. ¡Vaya, desaparecería del marco constitucional!

 

Una Ley de la vasectomía hecha por las mujeres nos pondría a mano después de que nosotros los hombres le hicimos a ellas su Ley del Aborto. ¿O no? (No le des ideas a las mujeres, seguro, me reclamarán los colegas de género). Ja, ja ja.

 



 
 

 

 
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