Por las entrañas del poder
Jesús Ramos
08/08/2011
¿Moreno Valle a Educación Pública con Peña Nieto?
El poder de Elba Esther Gordillo en nuestro país es incuestionable, ha doblado desde candidatos presidenciales hasta presidentes de la república cuando de vencidas se trata y ni qué decir de secretarios de gabinete hete ahí a Josefina Vázquez Mota. Ni duda que es un auténtico engendro al que el agua bendita y las balas de plata le han hecho, por casi tres décadas, lo que el viento a Juárez.
Dos semanas antes de que Cambio se fuese de vacaciones llegó a mis oídos la resonancia política de que Enrique Peña Nieto tenía el compromiso con La maestra de designar a Rafael Moreno Valle secretario de Educación Pública ya siendo presidente de México, lógico, para comenzar a ventanearlo en las ligas nacionales por aquello de que también quiere ascender a Los Pinos.
Uno supone que si La Gordillo hubiese sellado, sin conceder por supuesto, ese tipo de acuerdos con Peña Nieto es porque en definitiva lo impulsará en las elecciones de 2012 o cuando menos no lo perjudicará, lo que implicaría que será rival de Felipe Calderón, del PAN y del Peje Andrés Manuel López Obrador, cómo usted lo prefiera, en lo individual o en paquete, da lo mismo.
Días después me sorprendió haber escuchado ese mismo runruneo en una comida de amigos donde estaban mezclados, extrañamente, políticos de izquierda y priistas autodenominados de centro progresista: Rafa será secretario de Educación Pública si gana Peña Nieto, fue uno de tantos temas. La resonancia timbró de nuevo.
Para quienes creemos conocer el grado de maldad de La maestra Gordillo no resulta extraña la suposición del arreglo. Es capaz de eso y más. Por tanto, el supuesto de haber amarrado la entrada de Moreno Valle al futuro gabinete peñanietista no debe extrañar si la Ley de Morphy la rúbrica al tiempo, como tampoco debe extrañar si Peña Nieto gana las elecciones presidenciales, tomando en cuenta la ventaja porcentual que ostenta sobre otros con las mismas apetencias.
Moreno Valle no sería ni el primero ni el único en dejar su gubernatura por irse en busca de nuevas aventuras, otros lo han hecho: Francisco Labastida, Alfredo del Mazo, Humberto Moreira y Vicente Fox, por ejemplo, incluso el mismo Rafael tiene record de incumplidor pues no habiendo cumplido una tarea por comportamiento emprende otra y el hombre, decía Nietzsche, es un animal de costumbres. Fue legislador local y antes de que concluyera saltó a legislador federal y, también, antes de que terminara en San Lázaro volvió a saltar al Senado y siendo senador, como nos consta y más al PRI, brincó a gobernador de Puebla.
¿Sería novedoso que de la gubernatura saltara a educación pública federal con peña Nieto para seguir tejiendo su proyecto presidencial? Me parece que no. Algo que debemos admirar a Moreno Valle es su manifiesta capacidad de planeación y proyección. Es un tipo que, como lo ha demostrado en sus anteriores puestos públicos, calcula el presente para treparse al futuro.
En lo personal se me hace descabellada la resonancia política, sin embargo, viviendo en un país donde todo puede pasar y donde tenemos una Elba Esther Gordillo, que salvo en Italia con Berlusconi, no tienen otras naciones, me parece que La maestra pudiendo pensar que habiendo superado a Porfirio Díaz en cosas de dictadura no le vendría mal que uno de los suyos llegara a la Presidencia de la República antes de jubilarse o de que el Señor la llame a cuentas. Igual y ni tiempo le da, ya vimos meteoritos cayendo en su península, similares a los que extinguieron a los dinosaurios hace 65 millones de años.
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