Por las entrañas del poder


Jesús Ramos

17/10/2012

 

¡Qué cinismo el suyo!


¡No la jodan, otra vez los mismos no! Que seis de los ocho consejeros del Instituto Estatal Electoral quieran repetir en el puesto es un atentado a la integridad y al sentido común de los electores y de la población en general. Siendo lo que son, un enjambre, vale la pena preguntarse si, ¿cabalmente estos señores, y me refiero a todos, fueron imparciales en las elecciones que les tocó organizar?


Si la respuesta es sí, bueno, por hacer lo que hicieron cobraron casi 100 mil pesos mensuales durante 7 años. Y no le hicieron ningún favor al pueblo. De gratis no trabajaron. Pero si la respuesta es no, no fueron imparciales ni éticos, ¿qué cinismo el suyo para llevar sus papeles al Congreso del Estado con ganas de ser ratificados otros 7 años más?


Estudiosos del cinismo como Nietzsche y practicantes de lo cínico como Thomas Alva Edison, “el patentador más rápido del mundo”, por patentar más de mil inventos, uno cada 15 días, y cientos de ellos sin ser suyos, referían que en la vida todo puede hacerse, incluso robar, el dilema es uno: saber hacerlo y seguir conservando la buena reputación.


Citemos los nombres de los actuales consejeros nomás por recordar: Jorge Sánchez Morales, Fidencio Aguilar Viquez, Juan Carlos de la Hera, Alicia Olga Lazcano, Paul Monterrosas, Joel Paredes Olguín, Víctor Rodríguez y Rosalba Velázquez Peñarrieta. ¿A quién o a quiénes de estos honorables personajes les confiaría su tarjeta de crédito, el control de la tele, su perro y la elección de 2013 apegándose estrictamente a la buena reputación?


No se duda que entre ellos (los ocho pues) existan buenas personas y garbanzos de a libra, que se entiende. Pero creo que también debe de haberlos entre los otros 115 que se inscribieron. Me parece equivocado considerar siquiera a uno de los seis que quieren repetir en el cargo, porque reelegirlos querría decir que el resto fueron unos inútiles para organizar elecciones y el que se quedó o los que se quedaron son manipulables y ser-viles.

 

Si los diputados locales del Congreso del Estado se apegaran al concepto de renovación del IEE, entonces, ningún consejero tendría que repetir. Difiero de los que piensan que son pocos los 123 que se inscribieron; a mí, sinceramente, me parece que el número es el adecuado; que ese número alcanza para desechar a los seis golosos que quieren seguir cobrando 100 mil pesos mensuales; y también para elegir los perfiles más honorables posible. Hubo una vez un órgano electoral ético, imparcial y democrático. Ajá. ¿El que se va o el que viene?

 

Columnas Anteriores


 
 

 

 
Todos los Columnistas