Por las entrañas del poder


Jesús Ramos

18/03/2011

 

Echó bala el gobernador, y no al aire ni a las patas ¡no!


Al buen entendedor pocas palabras: “Vamos a acabar con las viejas prácticas de los subsidios, vamos a acabar con las prácticas donde vemos organizaciones ricas y campesinos pobres”. ¿Así o más claro? ¿Así o más derecha la bronca? ¿A quién le apuntó el gobernador Rafael Moreno Valle cuando aventó el tiro de los subsidios y las organizaciones ricas, justo, al anunciar la creación de la primera ciudad rural?


¿A quién?


De entrada me parece que el tiro no fue aventado ni al aire ni a las patas ni, mucho menos, para intimidar. El gobernador cortó cartucho y tiró a matar, digamos que inició su temporada de caza. La pregunta es: ¿A quién quiere cazar y por qué? Las pistas son elocuentes. Sigámoslas. Se trata de una organización que por costumbre recibe subsidios de los gobiernos en turno; también, que lucra, con la pobreza de los campesinos.


Y por la doliente forma con que aventó el balazo, es de suponerse que se trata de una organización campesina que no votó por él en las pasadas elecciones. ¿A quién se habrá referido el mandatario? Mejor aún, ¿la inteligencia de la citada organización le habrá dado para entender la bronca ya cantada por el gobernador?


Recordemos que cuando Moreno Valle adelantó que recuperaría Valle Fantástico, allá al rendir protesta como gobernador, nunca citó el nombre de Ricardo Henaine, nomás cantó el pleito y a lueguito le comenzó a dar tanto plomo candente al empresario que tuvo que mandar a su familia al extranjero y contratarse un buen abogado.


Lo mismo ocurrió aquí, moreno Valle no proporcionó el nombre de la organización campesina rica que recibe subsidios y que lucra con los campesinos pobres, pero se sobreentiende que seguirá balaceando a su o sus dirigentes hasta hacerlos saltar y huir como hizo con Henaine.


Pregunto: ¿La organización campesina saldrá por peteneras del estado, igual que el empresario de marras, o morirá de pie como los valientes? Ya testificaremos.


Ojo, una pista más: “Yo estoy dispuesto a pagar los costos políticos que se requieran para darle al estado el lugar que se merece entre los estados del país”, atizó el Ejecutivo para irle midiendo el agua a los camotes. Cualquier fantasioso de la política –de los poquísimos que hay en Puebla- interpretaría que Moreno Valle está dispuesto a resistir políticamente los embates de la organización campesina devoradora de subsidios y lucradora de campesinos pobres, ¡tope a dónde tope pos que chingaos!


Supongamos, sin conceder, que el tiro y el canto de la bronca hubiesen sido para Aquiles Córdoba Morán y Juan Manuel Celis Aguirre, líderes nacional y estatal de Antorcha Campesina. Luego entonces habría que asumir los riesgos de adelantarse: ¿Le comprarán el pleito al gobernador o huirán del estado con la cola entre las patas a acusarse como hizo Henaine?


Seamos realistas, si fuese dicha organización la destinataria del balazo y la presa por cazar, es evidente que no le dará un peso partido por la mitad de subsidio y sí muchos balazos hasta aniquilarla tal y como pretende hacer con Henaine. Ya veremos, dijera Simón el sabio pensador de a la vuelta, de qué cuero salen más correas.

 



 
 

 

 
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