Por las entrañas del poder
Jesús Ramos
18/11/2011
No se equivoquen no perdió el PRI, amarró el apoyo del gobernador
Como buen chaperón, Juan Carlos Lastiri echó tiros a las patas de aquellos que sin ser priistas manoseaban con descaro y sin permiso la fórmula priista al Senado de la República: Enrique Agüera, Guillermo Aréchiga y Juan Carlos Natale. Pero hoy que el CEN del PRI llevó al río a Elba Esther Gordillo pensando que era mozuela (créditos a García Lorca), aunque le enoje, deberá aflojar el cuerpo y cooperar.
Uno entiende que las negociaciones fueron arriba y que cualquier arreglo los comités estatales del PRI, Panal y Verde, deben cumplirlo les guste o no. Sin embargo, los políticos deberían entender que a la gente no le agrada que los partidos busquen el poder por el poder en lugar de buscarlo para servir a la sociedad y para refrendar sus principios ideológicos. ¿Pero cuáles principios hoy en día?
Conceptos deplorables se los endilgan frecuentemente y, la verdad, se lo han ganado a pulso. Ver pelear al PRI contra el Panal en la elección pasada y verlos juntos en 2012 lejos de confundir a los votantes les encabrona, allí está Michoacán con el perjuicio que el Panal le causó a La Cocoa. Y si a la gente le encabrona, más debe encabronarle al PAN de Puebla en este momento por corroborar que su gobernador jugará con Elba Esther una opción que no es la suya. Sopa pues de su propio chocolate.
En fin, nos guste o nos purgue, la política en México es así y debemos criticarla y entenderla. Aunque siendo positivo no negativo el PRI, debe comprender a manera de grato consuelo que si bien perdió un espacio en la fórmula al Senado también amarró el apoyo de Rafael Moreno Valle en todos los aspectos, ¡y todos son todos!, sin olvidar el financiero y el oficial. Digamos que ganó perdiendo pues.
Viendo las cosas de ese modo, ¿no le fue tan mal como pareciera? Tal vez en otros estados donde La Gordillo no manda el PRI pudo perder por tasar demasiado fuerte su amor, pero no es el caso ni de Puebla ni de Oaxaca ni de Sinaloa donde Moreno Valle, Gabino Cué y Mario López Valdés son como sus hijitos. Y harán lo que ella diga.
Por eso, gane quien gane la nominación a la primera fórmula del PRI, ya sea Enrique Doger, Fernando Morales, Blanca Alcalá, Javier López Zavala o Jorge Juraidini, tendrá bien entendido que su gran aliado el gobernador deberá empujarlo fuerte para colocar en el Senado al que decida postular el Panal en la segunda posición, lo que ocurrirá si gana el primero. Ese, es el valor de la negociación en Puebla y por supuesto que hay solvencia.
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