Por las entrañas del poder


Jesús Ramos

24/10/2011

 

Por mi madre bohemios, y por los periodistas


Distinto a algunos colegas, y de antemano me disculpo, no comparto la idea de vestir de caballero de fina estampa al periodista Rodolfo Ruiz como tampoco de toro de lidia al gobierno del estado embistiendo la libertad de expresión. Desde que tengo memoria, en el oficio, se han hecho cargo de las áreas de comunicación estatal sosteniendo con una mano el convenio y con la otra el látigo; unos, menos caballerosos, otros tan rufianes como ineptos.


Justicia e injusticia. Decía un articulista nacional que en primera instancia la justicia para los periodistas debía provenir de los propios medios. Es decir, que los dueños de la prensa fueran justos con su gente en seguridad social, condiciones laborales, sueldos y en libertad de expresión. ¿Cuántos empresarios como Rodolfo son justos en esos cuatro aspectos? ¿Cuántos lo fueron en sus años de bonanza?


El sexenio de Mario Marín fue venturoso para Rodolfo a más no poder, se  facilitó su acceso al recurso público a través de su portal y de su Consultoría Contracorriente como él mismo lo ha matizado astutamente en sus columnas, pero no solo eso, también fue privilegiado con información gubernamental como ningún otro.


Por su naturaleza y su interés político, los gobiernos tratan de contener la información que generan los medios; echan mano de todos los recursos a su alcance (que son muchos) y son los medios los que modifican en muchas ocasiones las notas informativas, reportajes y columnas atentando contra la ética y dignidad de sus empleados y colaboradores. ¿Los comunicadores se dan cuenta de la censura? Sí, pero se hacen de la vista gorda para no perder la chamba y el espacio.


¿Quién ataca la libertad de expresión: el medio o el gobierno? ¿Quién embiste la libertad expresiva? Entiéndase que uno compra y el otro vende, uno da y el otro acepta. Federico Chilian criticó con rudeza hace algunos meses al gobernador Rafael Moreno Valle en e-consulta, su artículo fue censurado antes de medio día; eran tiempos, en los que e-consulta y el gobierno morenovallista vivían intensamente su luna de miel. Yo mismo, fui atacado por Rodolfo en tres ocasiones por expresar ideas adversas a este gobierno. Y en su momento lo lamenté, y reclamé.


De momento e-consulta está en el bando opuesto. ¿Verdad que no es lo mismo ser oposición real que agente encubierto? El sentir es distinto. ¿Da coraje? Sí, sin embargo, tómese el caso como el culmen de la vida que refiere Savater para propiciar cambios hacia lo positivo. En nuestro gremio hace falta ser más solidario con los demás portales electrónicos, con los periódicos impresos, con los colegas y en general con el resto del medio. ¿O no?


Minimizar al resto de la prensa, menospreciar su esfuerzo informativo, hacer parecer corruptos a los demás para exaltar pureza es una regla de comportamiento general de Rodolfo. Allí están sus columnas, las pasadas y las recientes. Si se trata de pelear por una causa, adelante hagámoslo, me apunto bohemios, pero hagámoslo por una causa colectiva, sin falsedades ni caretas. No ridiculicemos a los demás para parecer serios, no exhibamos convenios publicitarios para incrementar el nuestro; en suma, seamos solidarios y derechos.

 

Manteniendo “arriba” el escándalo de Rodolfo Ruiz y de e-consulta con posturas favorables o adversas contribuimos a su causa y él lo sabe. Y esta es mi contribución. Si Alejandro Magno hubiera ganado a Darío mentándole la madre y exhibiendo su gandallez, los jarochos y los defeños habrían sido potencia del mundo antiguo. No es así como mis furiosos colegas (adheridos a Rodolfo) ganarán o cambiarán la agria postura, analícenlo. Suerte.

 



 
 

 

 
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