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Por las entrañas del poder
Jesús Ramos
23/04/2010
No conviene a Moreno Valle que gane Eduardo Rivera
La extraña, pero notoria, ausencia de candidatos, igual priistas que panistas, en espacios electrónicos de comunicación, dígase televisión y radio, no obedece a desdenes ni confianzas extremas de los partidos políticos por ir ganando, sino a los precios mortales, con 9.9 grados de dificultad, que implantaron los empresarios y directores de los medios para entrevistar a sus clientes políticos en horarios estelares y, por supuesto, a la maldita crisis financiera que atraviesan.
Con la mentalidad del comerciante de perecederos de la Central de Abasto, “bien vendido o bien podrido”, Televisión Azteca fijó las entrevistas de 3 minutos en 25 mil pesos y Televisa Puebla le puso número a la casa con 20 mil del águila, ¡llévelo, llévelo! ¿Podrán los sedientos abanderados de Puebla Avanza y Compromiso por Puebla llegarles al precio? Ya veremos quiénes.
Es de suponerse, que la clientela seguramente hace sus cuentas con el ábaco en la mano a fin de descubrir si su endeble y acatarrada economía, le basta y sobra para darse ese gusto televisivo que más de uno, a la vieja usanza del Palacio de Hierro, cree que lo vale. Lo dijo fuerte y claro don Cruz Garza y Garza: ¡Faltaba más!
Seriedad, estamos chupando tranquilos, qué nadie se asuste, el mercadeo electoral no es nuevo ni sorpresivo, de ninguna manera. Por costumbre o tradición, ritual o bailongo, en campañas electorales los noticieros televisivos y radiofónicos dicen de a cómo no las entrevistas. Y de acuerdo al sapo es la pedrada. Si el sapo es grande, grande será la tarifa. Y si el sapo es chico, chica será la mochada.
Por eso mismo, las entrevistas radiofónicas no tienen un valor único ni un listado de precios, están regidas pues a la oferta y la demanda. Las hay desde 2 mil 500 pesos, hasta 13 mil 500, dependiendo del glamur con que las quieran y la audiencia que contraten. Si lo hacen por el rumbo de La paz, la cantidad será la segunda. Y si se deciden por la primera, la ubicación será el Centro Histórico.
Los empresarios de los medios electrónicos son similares a los buenos y pacientes pescadores de ríos y lagos, los peces aún no muerden…, pero ya morderán. El chiste es tener paciencia y no amarchantar la mercancía, porque si así fuese, nomás figúrese, los programas noticiosos se convertirían en pasarelas de candidatos y la información quedaría relegada a un tercero o cuarto plano. Y las campañas, a decir de los que saben, son asesinas de audiencias.
Cosa extraña, distinto a otras elecciones, en ésta, los abanderados y abanderadas del PRI y PAN, están más brujos que los de Catemaco. ¿Por qué? Bueno, porque ni la federación ni los veneros locales han soltado las pacas de a kilo de aquellos años maravillosos, en que lo difícil era lograr el abanderamiento que lo demás llegaba por añadidura.
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Pensando mal, a Rafael Moreno Valle, candidato de la alianza Compromiso por Puebla, le convendría más que Eduardo Rivera Pérez, El patrullero 777, perdiera la elección municipal a que la suerte le sonriera. Claro, en caso de que él ganara la gubernatura.
Vea si no. Si el triunfo le asistiera a Rafael, un PAN radical y extremo como el que representa el joven Rivera, auspiciado por El Yunque y los caballeros de la Vela Perpetua, cobraría vigor político y económico desde el ayuntamiento capitalino. Y en condiciones similares, ese panismo terco y extremo, persignado y hediondo, estaría en condiciones de jugarle vencidas al gobierno estatal desde su reducto.
Decía Voltaire: Señor protégeme de mis amigos, que de mis enemigos me protejo yo mismo. Es ésta, tan solo una paradoja de lo que estaría pensando Moreno Valle a respecto del Patrullero 777 y El Yunque. En palabras llanas, por supuesto que Rafael preferiría a Mario Montero, por la sencilla razón de que sabe que son enemigos políticos declarados, amén de que sería el equilibrio perfecto e idóneo de un incipiente gobierno democrático.
Si Moreno Valle y Rivera Pérez no jalan el burro con el mismo mecate, no se quiebre la cabeza, por algo será.
Autoría intelectual
****Conociendo a los perredistas de Puebla, la diputada Irma Ramos no necesita más de 200 quejumbrosos para armar un desgarriate al PRD en estas elecciones. Con eso, basta y sobra. Ya hicieron fama y no se han dormido. **No sean así, ¡por qué le tiran sus lonas a Rodolfo Huerta!, ¡por qué se meten con sus macetas!
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