Por las entrañas del poder

Jesús Ramos

28/04/2010

Los líderes del SNTE tienen marcada la nalga

Este abril, Elba Esther Gordillo cumplió 21 años como lideresa vitalicia del SNTE, y lo peor del caso es que líderes charros y mininos como Cirilo Salas y Erick Lara en lugar de lamentar el impío matriarcado, que de facto los somete, presumen la calidad moral del peor engendro que pudo apropiarse de la educación en nuestro país: Doña Perpetua, como también identifican a La Gordillo.

Elba Esther es sinónimo de alta traición y casos sobran: Por los actos cometidos contra su tutor Carlos Jonguitud, por su doble lenguaje al chaquetear en las elecciones del 2000 a Francisco Labastida y por tener la capacidad de transmutar sus intereses políticos, aunque el mundo note su desvergüenza, igual con políticos panistas que priistas y perredistas.

Por eso y más, todo lo que La maestra toca, lo pudre y apesta. Y todo, es todo. Es el caso de Cirilo Salas y Erick Lara, quienes a contraparte de Doña Perpetua un día se irán de los liderazgos de las secciones 51 y 23 SNTE con el fierro marcado en la nalga, evidenciando a quién los despersonalizó para hacer y deshacer enredos políticos y gremiales a costa de succionar su patética y cadavérica reputación.

El área pedagógica de la Unesco a cargo de María Cecilia Fierro y Patricia Carvajal concluyó, después de múltiples estudios, que en el sistema educativo mexicano no se enseña a actuar con autonomía, porque no son autónomos los alumnos frente a su profesor, como tampoco lo son los maestros frente a su líder sindical, Elba Esther Gordillo.

¿Qué quiere decir esto? Bueno, que las frases recurrentes de los maestros como: ¡Guarda silencio! ¡Pon atención! Y ¡Trabaja en tú lugar!, son las mismas que les aplica Doña Perpetua a Cirilo Salas y a Erick Lara, y a sus otros dirigentes seccionales, cuando les exige que hagan lo que ella quiere, guste y manda.

Pero, no todo está perdido, aunque eso ocurre en la cúpula, deben contarse por millones, los maestros cansados y fastidiados de la represión de Doña Perpetua y sus gandules, esos que hablan a nombre de las secciones 23 y 51 como si fuesen patentes suyas. ¡El SNTE ya decidió por quién votará el 4 de julio!, vomitó Cirilo Salas. Falso. Los que votan por sus enjuagues políticos son los dirigentes, el profesor vota por quién le place.

Enaltecer la moralidad y orgullo de pertenecer al corral de Elba Esther Gordillo y estar marcado con su fierro es ominoso. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) fue clara en su reporte de 2007: Mientras el SNTE siga vinculado a los partidos políticos, la educación en México no tiene futuro. ¿A favor de quién votará el SNTE?, decían sus líderes. ¿En qué nalga le pusieron el fierro a Cirilo Salas? Se corren apuestas.

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Lo dicho, Rafael Moreno Valle está enojado con Eduardo Rivera, El 777, por su particular estilo de hacer campaña. A Rafa le purga que su complemento por la alcaldía de Puebla, aún siendo joven, haga las cosas al modo viejo. Es decir, que sea marro para invertir en el triunfo y pierda el tiempo en los cruceros repartiendo volantes.

La razón le asiste a Rafa, pues la mayor parte de los recursos financieros que El 777 ha erogado han salido de las arcas morenovallistas. ¿No qué El Yunque lo iba a patrocinar? De eso se trataba, pero los yunquistas, empezando por José Antonio Díaz García, ya le dejaron la responsabilidad y el paquete al candidato a gobernador de la alianza Compromiso por Puebla.
Como quien dice, Rafa les dio la mano, y los del Yunque le quieren saquear el bolsillo.

Autoría intelectual

****El voto corporativo expiró hace rato, hoy, los líderes charros de la CTM, CROC, Telefonistas y del SNTE, entre otros, mienten cuando dicen que sus agremiados votarán por el candidato que sus líderes les indiquen. Y su nieve de qué la quieren. **Hizo bien Martín Fuentes, procurador del Ciudadano, al exigir a los candidatos no contaminar los casos Coofia e Invergroup nomás por sacar raja proselitista. **A los que nos gusta el béisbol, estamos felices por el paso triunfador que llevan Los pericos de Puebla. Bravo, bravísimo a directivos, patrocinadores y jugadores.