Por las entrañas del poder
Jesús Ramos
28/09/2009
Duelo de estrategas: Pepe Centeno vs José Carreño vs Margarita Jiménez
La importancia del encuentro de los aspirantes priistas a la gubernatura rebasa la metodología de la encuesta que realizará María de las Heras y los detalles ulteriores del cónclave del Fiesta Inn del parque Finsa. Quizá habría que arriesgarse a extraer la connotación política que de fondo tiene el evento para pretender estimar lo que podría ocurrir en enero, cuando el PRI lance la convocatoria oficial de elección del candidato.
Y es que si bien los acuerdos a los que llegaron los interesados amainan de manera temporal la tormenta que azotaba la parcela del Revolucionario, no existen indicios ni garantías para afirmar que con los resultados de la encuesta concluirán las descalificaciones, los cerillazos y las mordidas de canilla. No.
Por principio de cuentas, sigue persistiendo la duda de cuántos candidatos del PRI en realidad son: ¿seis o siete? Si son seis habría que considerar única y tácitamente a: Javier López Zavala, Enrique Doger Guerrero, Jesús Morales Flores, Alberto Amador Leal, Víctor Hugo Islas Hernández y Jorge Estefan Chidiac. Y si son siete tendría que agregarse a Blanca Alcalá Ruiz.
¿Cuántos son, seis o siete? Si son seis, debe interpretarse que de esa media docena saldrá el abanderado del PRI a Casa Aguayo, pero si son siete se sobreentiende que después de la carnicería en que habrán de enfrascarse los fieros gladiadores Blanca estará tan de pie y campante que podrá degollar de un desairado sablazo al que intente levantarse.
Pregúntese usted, ¿cuántos son, seis o siete? Si son seis, el trabajo de parto que realice el CEN del PRI en enero próximo para dar a luz a la convocatoria de los candidatos a gobernadores, al menos en Puebla, será de mero trámite porque los resultados que arroje la encuesta de María de las Heras se supone que legitimará la candidatura de quien puntee la intención de voto y los niveles de confianza, pero si son siete… ¿el ganador combatirá en el duelo final con Blanca Alcalá?
La estrategia de Margarita Jiménez Urraca, asesora de cabecera de Blanca Alcalá e integrante del Grupo Sostén, está bastante clara; alejar a Blanca de las hostilidades, blindarla, apartarla de la guerra para que al final de ésta, sea la única que no tenga un solo rasguño ni gota de sangre en la piel y siendo la más saludable resulte ser, por consiguiente, la única nominada del PRI.
En lo particular, si bien Margarita Jiménez consiguió apartarla de la batalla, evitando que la alcaldesa asistiera al cónclave, me parece que también le restó la posibilidad de competir por un cargo con el que ella ha soñado, igual que todo mortal. Ahora bien, ¿estará apostando Margarita Jiménez, a defender ante los tribunales políticos, electorales y civiles el derecho que le asiste a Blanca de votar y ser votada? ¿Será capaz Blanca de llegar hasta ese grado?
Si así fuera, la ruptura de Blanca con el PRI y el gobierno poblano sería tan grande, que aún en el supuesto de que fuera la mejor de los candidatos, no le alcanzaría para ganar con un partido deseoso de venganza, media docena de aspirantes ninguneados y un gobernador socavado en su amor propio y autoridad.
El asesor de Enrique Doger, Pepe Centeno ex analista de Consulta Mitofski, optó por una estrategia distinta a la de Blanca, aconsejó a su cliente ir con el pelotón de competidores a pelear palmo a palmo en el terreno de lo político el derecho de ser ungido candidato del PRI a gobernador con los riesgos que implique blandir su espada en los adversarios. Y en eso está.
José Carreño Carlón, estratega de López Zavala, coincidió con Pepe Centeno, alistó al secretario de Desarrollo Social con los seis gladiadores para ganarles en una disputa de tú a tú en haras de no pretender evitar la guerra. Maquiavelo lo dijo así: Intentar negociar para evitar la batalla, por lo regular, conduce a la ruina. Y Zavala, igual que sus pares aspirantes, quiere ganar su derecho a ser candidato en el peligroso terreno de las hostilidades y a bayoneta calada.
Conclusión. La puerta de acceso a la sucesión pudo habérsela cerrado Margarita Jiménez a Blanca Alcalá, desde el momento mismo en que la convenció de no asistir a la reunión del Fiesta Inn; en enero, ni la dirigencia estatal del PRI ni el mismo Mario Marín tendrán la calidad moral de incrustarla en una carrera a la que ella misma rehuyó para evitar el desgaste.
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Cualquiera que sea el resultado de la extracción demoscópica de María de las Heras, Enrique Doger difícilmente aceptará si los resultados le son adversos, tal vez sea a eso a lo que en realidad le esté apostando Margarita Jiménez. No a Jesús Morales, Alberto Amador, Víctor Hugo Islas y Jorge Estefan, apuesta dos a uno a que la rebeldía de Doger integre en una segunda oportunidad a su clienta Blanca Alcalá.
El juego de azar resulta temerario, si se toma en cuenta que el patrón de conducta de Doger no es fácil de adivinar. ¿Y si acepta algo a cambio en caso de no verse favorecido…? ¿Quién gana el duelo de estrategias: Centeno, Jiménez o Carreño? Se corren apuestas.
Autoría intelectual
****Por instrucciones de Mario Marín, este día la delegada María del Carmen Guillén Vicente, entregará en el CEN del PRI el reporte de los acuerdos a los que llegaron los aspirantes a la gubernatura el pasado viernes, incluyendo la ausencia de Blanca Alcalá y la invitación que le hicieron llegar por escrito. **Los críticos de la Buap no están mudos, dejaron escuchar su repudio a propósito de un proceso interno fingido y maquillado de poca presunción democrática. **Después de presenciar el partido del Puebla de La Franja contra el Monterrey, no tengo duda de que una mente siniestra pretende perjudicar al equipo a través del arbitraje.
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