Debate. El próximo martes, 23 de octubre, será el debate entre los seis candidatos que contienden por la presidencia municipal de Puebla para las elecciones del cercano 11 de noviembre.
Las autoridades electorales y los partidos políticos han llegado ya a un acuerdo sobre el formato y los temas que se tratarán en este evento político que será transmitido por el Sistema de Información y Comunicación del Gobierno del Estado Sicom, a toda la entidad.
Se advierte desde ahora que la candidata de Unidos para Ganar, de la Coalición PRI PVEM, no tendrá problemas para salir avante en un acto de este tipo. Como ya ha demostrado, Blanca Alcalá tiene capacidad para debatir y cuenta con un respaldo sólido, como lo es la plataforma de los partidos que la postulan, principalmente del PRI.
Alcalá Ruiz se prepara para ganar el debate y fortalecer aún más su posicionamiento entre los ciudadanos.
En este evento, la priista tiene oportunidad de destacar más que sus contendientes, sin embargo no deberá confiarse en exceso. .
En el PRD, hay esperanza en que Samuel Malpica Uribe, candidato de la alianza Por el bien de Puebla, que conforman el propio PRD y el Partido Convergencia por la Democracia, desempeñará un papel destacado en el debate. Al ex rector de la UAP, se le reconocen habilidades para la discusión y la argumentación de ideas. Sin duda el debate será útil para conocer el plan de gobierno del PRD para el municipio de Puebla. A estas alturas de la campaña, las propuestas de los perredistas y de Convergencia para la capital poblana son poco conocidas.
También en el PT, existe la seguridad de que su candidato, Gabriel Hinojosa, saldrá adelante durante el debate político el martes próximo. Hinojosa insistirá en dar a conocer su plan de gobierno de nueva generación, el llamado G2G, en el cual el primo de Felipe Calderón, hará planteamientos para resolver problemas municipales y criticará al PRI. Hinojosa quiere hacer ahora lo mismo que hizo cuando fue alcalde de Puebla, durante el régimen del gobernador Manuel Bartlett, nada.
En cambio, en el PAN, en la víspera del debate, el nerviosismo y la intranquilidad ha aumentado entre los dirigentes del Partido y en la Casa de Campaña. Tanto Rafael Micalco, dirigente estatal, como Jorge Ehlinger, dirigente municipal de Acción Nacional, saben que el debate puede ser un obstáculo insalvable para su candidato Antonio Sánchez Díaz de Rivera. Hasta ahora, su abanderado no ha mostrado capacidad para levantar su campaña. Sus errores del pasado han sido definitivos para que esto ocurra. En sus intervenciones en público y ante los medios de difusión Toño Sánchez se ha visto poco hábil para el debate. Su argumentación sobre diversos temas de interés para el municipio ha sido débil y la plataforma del PAN para el gobierno del Municipio de Puebla es muy limitada y repetitiva. Es decir, llena de promesas ya incumplidas en el ejercicio del gobierno en administraciones pasadas.
En el Panal, su candidato, Roberto Ruiz Esparza, es una verdadera incógnita. La popularidad del exfutbolista del Puebla es amplia, pero su participación en la campaña no ha sido lo exitosa que se esperaba. El incidente con Emilio Maurer, fue un escándalo que llamó la atención de la gente, que en ese momento supo que Ruiz Esparza era candidato a la presidencia municipal de Puebla. Sin embargo el contenido de esa campaña también le causo un desprestigio innegable.
Por otra parte, en el nuevo partido, Esperanza Ciudadana, se tienen pocas expectativas de que su candidato, Luís Enrique Fernández Gazca , haga un buen papel en el debate, por el contrario, algunos al interior de ese partido se han pronunciado porque mejor no asista.
La participación de los seis candidatos en el debate será definitiva y seguramente, motivará modificaciones en las campañas de todos. La intervención de cada candidato puede marcar su destino el día de las elecciones el 11 de noviembre. Una de las ventajas que se desprenden de los debates es que los ciudadanos, tendrán mayores elementos de juicio para emitir su voto, y que este ejercicio hace que se fortalezca la democracia.
Acorralado. La semana pasada la mayoría de diputados aprobaron el inicio de una investigación en contra del presidente de la Comisión de Acceso a la Información Pública CAIP, Antonio Juárez Acevedo, quien estaría imposibilitado para desempeñar ese cargo si se comprueba que es secretario general de la asociación política nacional “Plataforma Cuatro”.
El Congreso del Estado turnó la investigación del caso a la Contraloría estatal, que iniciará la indagatoria a fondo acerca de las actividades de Juárez Acevedo en dicha agrupación.
El titular de la CAIP, se encuentra prácticamente acorralado, sus detractores y la afirmación del secretario ejecutivo del Instituto Federal Electoral, Manuel López Bernal, de que Juárez Acevedo es uno de los dirigentes nacionales de la agrupación política mencionada, lo dejan desprotegido. De ser cierta la afirmación, estaría violando la ley de Acceso a la Información y tendrá que ser sancionado.
La posición de Juárez Acevedo al frente de la CAIP es muy difícil, pero habrá que esperar para saber si la Contraloría encuentra elementos para que el funcionario se mantenga en el cargo o avala que sea destituido, como lo han solicitado diputados del PAN, diputados de otros partidos y un sector de la sociedad poblana.
Fortaleza. Para dar su apoyo a Blanca Alcalá, estuvo ayer en Puebla Ivonne Ortega, gobernadora de Yucatán. En una comida en la casa de Socorro Figueroa a la que asistieron cientos de mujeres y los candidatos a diputados de la Coalición Unidos para Ganar, en el municipio de Puebla, la gobernadora priista destacó el papel relevante que juegan las mujeres en la política. También dijo que con el apoyo del sector femenil, Blanca Alcalá será una gran presidenta municipal